El último movimiento importante que se produjo dentro del equipo llegó por obligación y casi por casualidad. Cuando Derik se lesionó contra Unionistas en Salamanca a Fernando Vázquez no le quedó más remedio que recurrir a Álex Bergantiños como acompañante de Mujaid porque Borja Granero tampoco estaba disponible. Eso a la vez precipitó la entrada en el centro del campo de un Uche Agbo al que quizá hubiera preferido rodar un par de semanas más en los entrenamientos y con minutos en las segundas partes. Aquello fue un efecto dominó que arrastró una serie de consecuencias que ahora, tres semanas después, podría tomar la dirección opuesta.

Vázquez, después de semanas en las que tuvo que hacer malabares para cuadrar la defensa, ha recuperado por fin jugadores y se debate ahora entre su tradicional preferencia por evitar tocar aquello que funciona o alinear a los lesionados de nuevo disponibles. Bóveda, Salva Ruiz y Borja Granero, habituales en los planes del técnico en las primeras jornadas del campeonato, vuelven a estar a su disposición, pero eso no quiere decir que vayan a ser titulares el domingo contra el Guijuelo.

Solo Bóveda parece que regresará de manera segura al once inicial, pero únicamente porque su recambio en los dos últimos partidos no se encuentra en condiciones en estos momentos de jugar. Valín sufrió un esguince de tobillo a mediados de la semana pasada y desde entonces no se ha podido entrenar con el resto de la plantilla. Se probó el miércoles sobre el césped y ayer volvió a ejercitarse en solitario a la espera de ver cómo responde en las dos últimas sesiones previstas a lo largo de la semana.

Todo lo demás es una incógnita y podría conllevar un efecto dominó en todas las líneas. Vázquez tendrá que decidir si recupera a Borja Granero como pareja de Mujaid o bien mantiene a Álex Bergantiños en la posición de central. De lo que haga dependerá el papel del capitán dentro del equipo en Guijuelo y por extensión en los siguientes partidos.

La vuelta de Granero abriría el abanico en el centro del campo, con Uche, Borges y el propio Álex opositando a una de esas dos posiciones. El nigeriano y el costarricense, capitales dentro del proyecto, han formado una pareja de garantías en los dos últimos partidos y están llamados a convertirse en los inquilinos del doble pivote a lo largo de la temporada. Uno de los tres quedará esta semana desplazado, aunque la polivalencia de Álex podría hacer que ejerza de comodín debido a que Derik todavía no se ha recuperado de su lesión y actualmente no hay disponible ningún central de reserva.

Todo eso contando con que Vázquez se mantenga firme en las ideas que ha empleado en este arranque de campeonato y no modifique el esquema. La opción con dos delanteros continúa presente, y más teniendo en cuenta que ahora cuenta con Diego Rolan. El técnico ensaya cada semana esa posibilidad y a lo largo de la semana se le pudo ver trabajando con Claudio Beauvue y Miku juntos en punta.

Lo que haga el entrenador deportivista, sin embargo, estará condicionado por lo que se encontrará el domingo en Guijuelo. El terreno de césped sintético y un rival especialmente sólido como local, adaptado plenamente a esa circunstancia, no han alterado los planes de Fernando Vázquez, que a lo largo de la semana no ha cambiado en exceso sus planes. Ni siquiera programó entrenamientos estos días sobre césped artificial.