Manuel Mosquera cierra la puerta del Extremadura y termina su ciclo como entrenador en Almendralejo. El portazo durante su despedida sonó en todos los pasillos de las oficinas del club, con algunos mensajes al descubierto dirigidos al presidente, Manuel Franganillo, y sobre todo, al director deportivo de la entidad, Daniel López Ramos, del que dijo que no lo "representa como profesional".

La despedida de Manuel Mosquera como entrenador del Extremadura tuvo como escenario una rueda improvisada en uno de los campos de césped de la ciudad deportiva y sobre una mesa de campo para poner micrófonos y grabadoras. "No estoy contento, pero asumo esto con la naturalidad del fútbol. Llegué abriendo una etapa que hoy se cierra. Seguía teniendo intactas las energías, pero ha habido muchos problemas y visicitudes que hemos tenido que pasar y no ha sido fácil", dijo.

El técnico coruñés no se cortó en exceso la lengua durante su despedida y dejó claro que tenía un equipo "cogido con pinzas, con una plantilla no compensada y con muchos jugadores fuera de sus puestos y otros muy jóvenes obligados a tomar responsabilidades". No considera justa la destitución al ser su equipo tercer clasificado con ocho puntos, "pero entiendo que dependemos de los resultados. Tenía la idea de haber estado muchos años para hacer crecer este proyecto y estabilizar el club, pero a veces no todo se puede conseguir".

Manuel no se guardó su parte de la verdad y criticó que se enterara por las redes sociales antes que por una llamada del presidente, Manuel Franganillo, de su destitución: "Solo he tenido tres whatsapp de Manolo Fraganillo y diciendo que era una decisión del director deportivo". Cuando se le preguntó por la figura de este, Manuel fue directo: "No me representa como profesional. Para que me represente debería haber tomado decisiones profesionales y entiendo que no las está tomando". Su sensación es que el presidente debería haberle llamado. "Creo que él sabe que me tenía que haber llamado. Supongo que hablaremos", señaló.