Tuvo minutos Diego Rolan como había anunciado Fernando Vázquez que podría suceder, pero lo que no se esperaba es que el uruguayo saliese en el equipo inicial. Y solo tardó cinco minutos en cobrar protagonismo, fue cuando recibió en el interior del área del Racing de Ferrol y recortó con el exterior a su marcador, el balón dio en la mano del defensa ferrolano y el árbitro pitó penalti. El charrúa se apropió del balón y anotó desde los once metros con un disparo cruzado y a media altura. Mejor estreno resulta casi imposible.

El debut del atacante charrúa se produce más de tres años después de su fichaje por el Deportivo. Llegó en el verano de 2017, procedente del Girondins de Bourdeaux, para jugar en Primera División —ese primer año lo hizo cedido en el Málaga—, pero los posteriores descensos de los coruñeses impidieron que llegase a enfundarse la camiseta blanquiazul y salió cedido hasta el verano de 2020. Su marcha fallida al Nimes de Francia le obligó quedarse en A Coruña, pero no tenía papeles porque su intención y la del club era obtener un traspaso u otra cesión. Es el motivo por el que el estreno se retrasó hasta la sexta jornada.

Poco más que la jugada del penalti pudo hacer Rolan, cuyo protagonismo con el balón lo tuvo en sus caídas a la izquierda, lejos de la zona donde se hace daño. Solo un pase largo de Celso Borges, al que se anticipó Diego Rivas fuera del área, fue la otra opción de peligro con el uruguayo como protagonista. Con la marcha de Beauvue, lo que le tocó fue correr detrás de un balón que casi monopolizaron los verdes. Incluso parecía ya sin fuerzas pues una pelota en el área la dejó en corto a Borja Galán en lugar de buscar el disparo. Dos minutos después dejó su sitio a Rui Costa.

Fueron 80 minutos los que estuvo sobre el terreno de juego, aunque en la recta final notó el esfuerzo, especialmente el desarrollado en la segunda mitad y más tras la marcha de Beauvue. La entrada de Álex Bergantiños supuso que el Deportivo jugase con una defensa de cinco y diese un paso atrás, con Rolan mucho más descolgado en el eje del ataque y escasas opciones de controlar alguna pelota. De hecho, solo recibió una, fue la última que tocó justo dos minutos antes de dejar su sitio a Rui Costa.

Recibió en la frontal del área, un poco escorado y tras dos amagos de disparo optó por ceder a Borja Galán, un poco forzado, y dejó escapar una posibilidad de remate, desde una posición en la que el uruguayo es letal. Consecuencia de la falta de partidos y de la falta de entrenamientos. Había advertido Fernando Vázquez que no estaba para disputar un partido completo, y solo dejó de estar en el campo los últimos diez minutos. Quizá fue parte de la estrategia del técnico blanquiazul para no dar información al adversario.