Jorge Manuel Romay nació hace 30 años en Malpica de Bergantiños pero desde muy pequeño vivió en A Coruña, en Cuatro Caminos. El sábado afrontará un partido especial por enfrentarse al club del que es aficionado —“soy del Dépor desde que nací, con dos años ya iba a Riazor”— y en cuyo filial militó en dos etapas diferentes, tres años en total. En 2013 llegó a hacer la pretemporada con Fernando Vázquez, pero finalmente regresó al Fabril y no llegó a estrenarse en partido oficial con el primer equipo: “Me quedó esa espina de no debutar, pero le tengo que agradecer mucho al Deportivo”. Ahora es uno de los estandartes del Pontevedra, donde cumple su tercera campaña.

¿Se imaginaba que iba a enfrentarse al Dépor en Segunda B?

No. Ni yo ni nadie. Me gustaría que fuese en otra categoría. Es verdad que a mí me ilusiona especialmente, pero a todos los equipos les gusta jugar contra un campeón de Liga y de Copa, por supuesto.

¿Esperaba este arranque del Dépor, muy fuerte atrás pero con problemas en campo contrario?

Con Fernando Vázquez sí que me esperaba un equipo que recibiese muy poquitos goles, y así está siendo. Y en cuanto a los que meten, al final por mucha superioridad que haya en cuanto a calidad, en Segunda B es muy complicado hacer gol o dominar los partidos enteros. Es verdad que en ese sentido están destacando menos, pero con los pocos goles que están encajando seguramente sea complicado que muchos equipos saquen puntos ante ellos, sobre todo en Riazor.

¿Qué se va a encontrar el Dépor el sábado en Pasarón?

Somos un equipo con gente que tiene bastante experiencia en la categoría. Creamos muchas ocasiones y, a pesar de que hemos encajado algunos goles [seis], pienso que somos un equipo muy rocoso, capaz de defender muy arriba. Vamos a intentar que nuestras armas sean más potentes que las del Deportivo, que no va a ser nada fácil.

Se enfrentará el ataque más anotador del grupo, con diez goles a favor, contra la mejor defensa, que solo encajó uno.

Sí. Parece que nuestra fortaleza está siendo esa, hacer bastantes goles. A ver si somos capaces de contrarrestar su fortaleza, que en este caso es no encajar. Nosotros en casa esperamos tener ocasiones y a ver si las aprovechamos.

¿Para usted será más especial el duelo de Riazor que el de Pasarón?

Lo primero que tengo que decir es que es una pena, sea en Pasarón o en Riazor, que la gente no pueda venir a disfrutar del partido. En Pontevedra sería un día de fiesta en el deporte, porque habría una entrada muy grande y vendría gente de A Coruña. Siempre es bonito también jugar en casa. Es más especial por jugar contra el Dépor que no por el estadio donde sea.

¿Qué tal su experiencia con Fernando Vázquez?

Bien. Creo que él es tal y como se puede ver en la televisión, una persona directa. Se centra mucho en que el equipo no encaje y desde ahí, desde no encajar, hace victorias. Lo demostró el año del ascenso a Primera, y este año ya vemos que casi no encaja y eso le lleva a estar primero.

¿Le quedó una espina clavada por no llegar a debutar con el primer equipo del Deportivo?

Sí, sobre todo en la primera etapa. Al final, en la segunda yo sé a lo que voy, y voy a jugar en Segunda B. En la primera me veía con un buen nivel y sí que te queda la espina clavada. Sabes que es complicado porque poca gente lo hace, pero claro que al final te queda esa espinita. Ese año [2013-14] muchos compañeros sí que jugaron incluso la Copa del Rey, muchos llegaron a debutar, pero a mí se me cierra la puerta porque paso a tener 23 años y justo ese año cambian la norma, de sub 25 a 23. Pero eso es lo de menos. Al final, si subía, podía subir y quedarme. Me quedó la espina clavada, porque te ves ahí acerca, pero le tengo que agradecer mucho al Deportivo, en la primera etapa y sobre todo la segunda, porque quedar tan arriba en Segunda B hace que se fijen en ti y poder fichar por el Pontevedra.

En su segunda etapa en el Fabril [2017-18], la del play off de ascenso a Segunda, coincidió con Galán, Valín, Mujaid y Gandoy, ¿mantiene el contacto?

Sí, más con Galán. Es un fenómeno como persona. Ese año habíamos hecho un gran grupo y se acentuó por la buena temporada que hicimos. La pena fue que al final el Dépor bajó a Segunda y empañó un poco el tema, porque desde una fecha bastante pronta prácticamente sabíamos todos que no íbamos a poder subir, porque estaba muy complicado que el Dépor se quedara en Primera. Dejando eso de lado, el año fue espectacular para todos. Todos salimos reforzados de ese gran año. Hicimos muy buenas relaciones y aún hoy seguimos en contacto, hablando unos con otros. Muchos de ellos están en la categoría este año. Espero que todos tengan mucha suerte.