Malena Mieres (As Pontes, 2000) fue una de las jugadoras con las que arrancó el proyecto del Deportivo Abanca en el verano de 2016. Habitual de la portería en las primeras temporadas, tuvo menos protagonismo en la tercera, la del ascenso a la Primera Iberdrola, e hizo las maletas para recalar en el Eibar sin poder debutar en la elite con la camiseta blanquiazul. El destino le tendría guardado otro ascenso con el conjunto vasco después de jugarlo prácticamente todo y mañana (12.00 horas) recibe al que fuera su equipo. La exportera deportivista repasa el partido de mañana y su llegada al Eibar en un año marcado por el coronavirus.

¿Cómo se decidió por la opción de fichar por el Eibar?

No me esperaba para nada venir aquí, fue un poco a la aventura, pero después de que me explicaran el proyecto que tenían me decidí y muy contenta. Se cumplió todo lo que me habían contado.

¿Por qué fue inesperado?

Me iba a ir al Friol porque era un equipo en el que conocía a gente. Fue un poco inesperado porque la propuesta me llegó un poco a última hora.

Ascendieron a pesar de estar en un grupo muy fuerte, con varios filiales, ¿cómo fue?

Como la liga era nueva no sabíamos muy bien cómo iba a ser. También estaba el Alavés, el Osasuna, equipos que podían ascender y quitarte puntos. Los filiales obviamente también. Éramos un equipo con cuerpo técnico nuevo, jugadoras nuevas y no pensábamos llegar tan arriba. Al final, trabajando y a medida que fueron saliendo las cosas bien, lo conseguimos.

Venía de una temporada con pocos minutos en el Deportivo Abanca y allí los encontró para jugarlo prácticamente todo...

Todo el mundo necesita jugar, pero en el caso de una portera más porque entrar siendo suplente es complicado. Eso era lo que me hacía falta.

¿Cómo vivió esa última temporada en el Deportivo en la que se consiguió el ascenso pero apenas pudo jugar?

Está claro que cuando te ves ahí, y más después del año anterior en el que lo había jugado prácticamente todo, es difícil no hacerlo. Personalmente podría haber sido mejor, pero también estaba la parte en la que animabas a las compañeras y veías todo lo que se estaba consiguiendo.

¿Cómo recuerda aquellos tres años desde la creación del equipo hasta el ascenso?

Es que era el Dépor. Cuando te llaman tampoco te lo crees mucho porque los equipos grandes de Galicia no tenían femenino. Piensas: ‘Dios, esto tiene que ser la hostia’. Conocía a gente de la selección y eso te animaba más porque sabías cómo jugaban. El segundo año nos quedamos a las puertas y al tercero se consiguió.

¿Podría repetirse algo así, con tantas jugadoras jóvenes que crecieron de la mano?

Es muy complicado. Es difícil juntar a gente tan joven con futuro. No veo que otro equipo pueda repetirlo.

Imagino que la experiencia en el Eibar es distinta...

Aquí hay gente más veterana, aunque también hay jugadoras jóvenes. Es un proyecto bastante bonito, para que las jugadoras crezcan, que es lo que nos quieren transmitir.

¿Cuál es la filosofía allí?

Se suele decir que tenemos que saber de dónde venimos. Se da mucha importancia a eso y nos lo recuerdan, pero también nos transmiten que tenemos que luchar y pelear por todos los objetivos.

¿Cómo se plantean la temporada después del ascenso?

Lo que se busca es la permanencia, y más teniendo en cuenta esta situación. Tenemos que competir todos los partidos como si fueran el último porque no sabemos cuándo se va a acabar.

¿Cómo se toma la visita del Deportivo Abanca?

Para mí es muy especial. Al Dépor le tengo mucho cariño y también tengo muchas ganas de ver a la gente que todavía sigue ahí. Mantengo el contacto con las que se fueron y con las que están aún en el equipo. Sobre todo lo que tengo son ganas de verlas.

¿Le extraña la situación que atraviesa el Deportivo?

Es raro. De verlas jugar increíble y hacer esa temporada tremenda, a verlas ahora así me da un poco de rabia. No sé lo que es, pero algo hay y tendrán que cambiarlo. Aún así se les ve con ganas y van a salir adelante seguro.

¿Se quedó con las ganas de jugar como deportivista en Primera?

Me hubiera gustado mucho debutar y jugar con el Dépor en Primera. El Eibar me dio la oportunidad y estoy muy agradecida con ellos, pero sí que es verdad que me hubiera gustado mucho.

¿Se ha sacado un poco la espinita en Eibar?

Un poco sí, pero cada equipo por el que pasas es diferente.

Empezó jugando y en el último partido se quedó fuera del once...

Fue decisión técnica, pero fui contacto estrecho de una jugadora que dio positivo y tuve menos tiempo para entrenar. Todo el mundo tiene que tener también su oportunidad en el equipo.

¿Se ve mañana el equipo titular?

Tengo más ganas que nunca esta semana de ser titular.

¿Cómo ve el desarrollo de la competición en el contexto de la pandemia y los aplazamientos de partidos que se están produciendo en cada jornada?

Está un poco mal organizado. Si un equipo tiene un contagio o dos, se suspende el partido. Estamos tomando todas las precauciones posibles para que no pase, pero que no se pueda apartar a una persona y se suspenda el partido para mí no es justo.