El entrenador del Celta B, Onésimo Sánchez, dijo ayer que tenía un plan para hacer daño al Deportivo en Riazor. “Pasara lo que pasara íbamos a tener una idea de juego, tanto si íbamos ganando, empatando o perdiendo”. Por eso cree que el mérito de la victoria es de su equipo y no demérito del rival. “Con la presión adelantada dejamos al Dépor muy lejos de nuestra portería”, analizó el técnico celeste. “Ademas no nos conformamos y fuimos a por el tercero y después supimos cerrar”, añadió.

Sánchez se mostró sereno y analítico, a la par que satisfecho. “Ha sido un partido complicado, obviamente muy disputado ante el líder del grupo. Sabíamos lo que nos podíamos encontrar. Nos ha costado meternos de inicio con la idea nuestra de manejar el juego, ser protagonistas con la pelota y apretar lejos. Pero a medida que ha ido avanzando la primera mitad, el equipo ya ha sido lo que queremos: ha tenido líneas de pase, ha tenido transiciones rápidas y ha tenido llegada. Ha sido clave el trabajo sin balón, la presión alta, bascular todos hacia la pelota”.

“Es muy importante para los chicos”, valora Onésimo. “Se merecían este partido por todo lo que significa, pelearlo, que se jugara lo nuestro, que cogieran la confianza de que estamos en el camino correcto. Luego obviamente hay que seguirlo y hay vicisitudes. Algunas veces sale mejor y otras peor. Pero con todo lo que nos está pasando, estoy muy contento”.