El Unionistas de Salamanca es el nuevo líder del subgrupo 1A y como tal dormirá en final de año y se despertará en la primera jornada de 2021, programada para el 10 de enero, fecha en la que se disputará la última jornada de la primera vuelta. El conjunto charro venció al Salamanca en el derbi de la ciudad castellana (1-0), un resultado que no solo catapultó a los unionistas al frente de la clasificación sino que hundió todavía más en el fondo de la clasificación a sus vecinos.

Ese triunfo, alcanzado en el partido que comenzó a mediodía de ayer, obligaba al Deportivo a vencer para acabar el año al frente de la clasificación, pero ya daba a Unionistas una ventaja importante pues dejaba al Pontevedra a cuatro puntos en la tabla. Tras la derrota blanquiazul en Riazor, es líder con dos puntos sobre los coruñeses; cuatro sobre los granates y cinco con respecto al Racing de Ferrol y el Zamora, que son cuarto y quinto, respectivamente.

La jornada matinal deparó el triunfo de Unionistas, que este año solo perdió un partido (en su campo y contra el Deportivo), y también la debacle del Pontevedra frente a un Coruxo muy superior. El equipo vigués logró ayer en O Vao una de esas victorias que hacen crecer al grupo. Primero por la forma en la que la consiguió, la segunda por lograrla ante, posiblemente, uno de los rivales más en forma del grupo y que todavía no conocía la derrota y, finalmente, por la necesidad que tenía el equipo verde por sumar tres puntos, que le permitieran afrontar el regreso tras el parón navideño con más confianza.

Michel Alonso volvió a sorprender en el once inicial. Si hace quince días ante el Guijuelo se inventaba un nuevo lateral con Martín Fuentes en la derecha, ayer le daba la banda derecha a un destacado Rivera, que la temporada pasada vestía la camiseta granate. Si a todo ello se le suma que el equipo salió tremendamente enchufado, no es de extrañar el resultado final.

No obstante, no cabe duda de que también ayuda marcar el primer tanto del partido al primero minuto de juego. Una jugada iniciada por Rivera en la banda derecha, que se convirtió en una pesadilla para los granates, la finaliza Jacobo Trigo con el primer gol. El Celta presionaba la salida de balón de los granates en medio campo. Las recuperaciones le permitían salir en velocidad en ataque, y lo cierto es que cada vez que los jugadores entrenados por Michel Alonso llegaban al área granate, llevaban mucho peligro. Todo lo contrario del Pontevedra que, posiblemente echó demasiado en falta a Charles, con lo que Rufo tenía que hacer un doble trabajo que casi nunca terminaba bien.