La mujer de Arsenio Iglesias, Carmen, y la alcaldesa descubren la placa en honor al técnico. | // LA OPINIÓN

Arsenio Iglesias forjó a los pies de la Torre de Hércules un equipo legendario que desafió a los grandes a principios de la década de los 90. El Súper Dépor se construyó en unos campos golpeados por el viento y el salitre con la receta particular del emblemático técnico deportivista. Eran tiempos en los que aquellos jugadores que les buscaron las cosquillas a Madrid y Barcelona se subían a un autobús en el estadio de Riazor para entrenarse en unas instalaciones que desde el jueves, coincidiendo con su 90 aniversario, llevan también el nombre de su entrenador.

La Ciudad Deportiva de la Torre será a partir de ahora la de Arsenio Iglesias. Dos símbolos de la ciudad quedarán así unidos como parte de los reconocimientos que el Ayuntamiento ha reservado para quien lo es todo para el deportivismo. Jugador, entrenador y figura referencial del club, su estado de salud le impidió estar el jueves en su 90 cumpleaños en la ceremonia por la que la ciudad deportiva recibió también su nombre.

Estuvieron su mujer, Carmen, encargada de descubrir la placa conmemorativa junto a la alcaldesa, Inés Rey, y sus hijos. Antes había llegado el nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad, pero falta la calle que hay reservada para él. Eso y corregir el error en la frase del técnico con la que se adornó la placa que luce en las instalaciones en las que también trabajó como responsable de las escuelas municipales.

“Mucho que decir y poco que contar”, sentenció Arsenio después del fatídico penalti de Djukic en una de aquellas perlas de sabiduría popular convertidas luego en aforismos. A alguna de ellas recurrió su hijo Pablo para agradecer el reconocimiento por parte del Ayuntamiento: “Estamos en el día adecuado y en el sitio oportuno para hacer este tributo. A los pies de este faro bimilenario se gestó un equipo que pasó ya a la historia. Aquel equipo tuvo los valores que siempre nos inculcó mi padre: humildad, trabajo duro y sencillez. Decía que nunca deberíamos presumir porque ‘cho quitan dos fuciños”.

La alcaldesa, Inés Rey, destacó la importancia del histórico entrenador deportivista y su trascendencia no solo deportiva para la ciudad, sino también su vertiente social. “Arsenio es una leyenda del deportivismo por sus gestas deportivas con nuestro equipo, es eterno, pero también su figura simboliza los mejores valores de la sociedad. Es mucho más que una leyenda deportiva, su dedicación, humildad y sobretodo su sentido común, el sentidiño, a la hora de trabajar tanto dentro del terreno de juego como fuera del mismo”, indicó Rey. “Desde ahora, podemos leer aquí en su honor que la perseverancia es la clave para alcanzar los sueños”, añadió la alcaldesa en la ceremonia celebrada el jueves a los pies de la Torre.