El nuevo Deportivo de Rubén de la Barrera se quedó en un intento el domingo en Salamanca. Condicionado por un césped en muy malas condiciones, despejado de nieve solo unas horas antes del partido, y las numerosas bajas, el equipo solo se pareció al inicio a lo que pretende su nuevo entrenador. Fue una especie de anticipo que al mismo tiempo sirvió para confirmar que los problemas que arrastra el Dépor trascienden al inquilino del banquillo y van más allá. Propuestas antagónicas como la de Fernando Vázquez y De la Barrera se ven igual de limitadas por las estrecheces de una plantilla que tiene lo justo de medio campo hacia adelante, y más si comparece con una plaga de lesiones como ocurrió el domingo en el Helmántico. La apuesta del nuevo técnico, además, está cada vez más constreñida por las urgencias en la clasificación.

Implantar una idea sin margen de error. El Deportivo acumula cuatro partidos sin ganar después de su empate en Salamanca. Los problemas son cada vez mayores en la tabla y eso juega en contra de las aspiraciones de Rubén de la Barrera para transformar el juego del equipo. La apuesta del técnico requiere de un tiempo de asimilación y trabajo que la competición no otorga este año. Ante Compostela y Unionistas en los dos próximos partidos el Deportivo necesita lograr victorias que le afiancen en la parte alta del subgrupo y tendrá que buscarlas en pleno proceso de transformación. La presión aumenta para un grupo que no ha conseguido asimilar nada bien la exigencia desde que arrancó el campeonato.

Errores conocidos. Salvo en el arranque del partido, en el que el Deportivo supo posicionarse bien en campo contrario, mover con rapidez la pelota y presionar tras pérdida de forma eficaz, el equipo mostró las mismas debilidades que con Fernando Vázquez. La precisión en el pase volvió a ser deficiente, aunque afectó el estado del terreno de juego, y el centro del campo no logró imponerse. A partir de esa zona deberá crecer el juego del equipo con De la Barrera, pero Álex, Borges y Gandoy fallaron para gobernar el encuentro.

Un equipo sin gol. El Deportivo no marca, pero es que tampoco encuentra el camino hacia la portería rival. En Salamanca la más clara la desperdiciaron entre Lara y Borges, pero es que tampoco probó el disparo en un campo irregular y desperdició la estrategia.