Bicho, junto a Vázquez. | // 13FOTOS

Yago Gandoy y Bicho forjaron en la cantera del Deportivo una amistad férrea, resistente incluso a los efectos de la pandemia, aunque ahora no puedan verse tanto como les gustaría ni irse de vacaciones juntos como solían hacer. El domingo, el fútbol los volverá a reunir en Riazor. Uno en el Dépor, el otro en el Compos. Durante 90 minutos dejarán a un lado su buena sintonía y cada uno mirará por lo suyo. Hasta es probable que se den “algún palo que otro”. “Lo hemos hablado. Son esas cosas que se comentan entre amigos —relata Gandoy—. Seguramente nos toque en algún momento que yo lo vaya a presionar, o él a mí”. “En el campo no hay amigos y algún palo va a caer”, añade sonriente el de O Castrillón. “Ya hace tiempo que venimos hablando —apunta por su parte Bicho—. Va a ser chulo poder enfrentarme a él. Somos amigos, pero dentro del campo, durante esos 90 minutos, seremos rivales”.

“La amistad que tenemos es grande. Últimamente no nos vemos tanto por el tema del COVID, pero sí que quedábamos para comer y cenar, incluso con amigos y nuestras parejas”, recuerda Gandoy, que considera “un placer” poder reencontrarse con Bicho en el partido de Riazor. “Lo afronto con gran ilusión. Tengo ganas sobre todo de verlo, y de enfrentarme a él y poder ganar. El domingo, lógicamente, nos saludaremos y charlaremos, pero una vez que el árbitro pite el inicio nosotros tenemos que conseguir los tres puntos, que son vitales para nuestras aspiraciones, y ellos igual”, argumenta el medio coruñés del Dépor.

El sadense, por su parte, celebra que Gandoy se haya ganado definitivamente una ficha en el primer equipo blanquiazul. “Lo considero un amigo de los de verdad. En el fútbol hice muchos amigos, pero él es de los mejores. Desde que coincidimos en el Fabril hicimos muy buenas migas —recuerda Bicho—. Siempre me alegra que haya gente de la casa y de la cantera. Mujaid, Valín y Adri Castro también son buenos amigos, pero sobre todo Gandoy. Sé lo que sufrió algún año que no tuvo tantos minutos en el Fabril. Entró desde muy pequeño en la cantera y su sueño, al igual que el de muchos, es debutar y poder asentarse en el primer equipo. Me alegro mucho por él y le deseo lo mejor”.

Al margen de su afinidad fuera de los terrenos de juego, ambos comparten también algunas de sus principales cualidades futbolísticas, sobre todo el talento y la calidad. Gandoy considera a Bicho un jugador “más ofensivo” y que destaca por “tener un trato de balón muy bueno”. “Quizá a los dos nos caracteriza eso, el buen trato de balón. Las lesiones no le han respetado y a lo mejor por eso ahora está en el Compostela, en una categoría como la Segunda B, pero el talento y la capacidad futbolística que tiene son para estar en categorías superiores sin duda”. Bicho devuelve los elogios a su excompañero, quien suele actuar “un pelín más atrás” que él. “Yo soy más mediapunta y él más mediocentro puro —argumenta el futbolista del Compos—. Lo considero un jugador con muchísima técnica individual y muy inteligente. Siempre sabe dónde está y lo que tiene que hacer en el campo”. “Tiene una proyección muy alta y por eso la gente tiene que tener paciencia con Gandoy. Aún es muy joven y yo creo que va a dar muchísimas alegrías al deportivismo”, pronostica su amigo Bicho.

“Va a ser una sensación extraña vestir otra camiseta que no sea la del Dépor en Riazor”, confiesa el exblanquiazul

Javier Fernández Abruñedo, Bicho, cumplirá 25 años el mes que viene y no ha parado de hacer las maletas desde que el Barça se fijó en él. Llegó al filial culé en 2014, tras ascender a Primera con el Dépor de Fernando Vázquez, y después pasó por Leganés, Compos y Racing de Ferrol, para luego regresar al Fabril, en el que coincidió con Gandoy, y al Compos, donde cumple su segunda campaña. Se perdió el encuentro de San Lázaro por lesión, así que el del domingo será su primer duelo oficial contra el primer equipo del Deportivo. “Por todos los momentos que viví en el club desde muy pequeño hasta poder debutar en Riazor con Fernando Vázquez, va a ser una sensación extraña vestir otra camiseta que no sea la del Dépor en Riazor, pero va a ser muy bonito y lo afronto con mucha ilusión”, asegura el exblanquiazul, apenado por no poder coincidir con el técnico de Castrofeito. “Cuando vi que lo destituían me fastidió —confiesa—. Nunca te gusta que echen a un entrenador y menos a uno que consideras especial. Me hubiese gustado reencontrarme con él”. El Compos llegará a A Coruña el domingo tras haber hecho un gran esfuerzo el miércoles contra el Salamanca sobre el impracticable campo del estadio Helmántico, donde el conjunto santiagués cayó goleado (3-0). Sin embargo, Bicho no cree que ese desgaste extra vaya a ser decisivo: “Sí que se puede notar un poco pero tenemos tres días para recuperar y entrenar. Luego, cuando sales al campo, y con la ilusión que vamos a tener por jugar contra el Dépor, y en ese estadio, no se tiene por qué notar. La pena es ir a Riazor y ver el estadio vacío. Sería muy bonito verlo con gente pero ya con jugar en el estadio va a ser muy bonito”.