Mucho trabajo por delante tiene Rubén de la Barrera para tratar de reconducir con éxito la situación crítica en la que está el Deportivo. Acaba de llegar y necesita tiempo, pero eso es justo lo que le falta. El cambio inmediato y radical que el club pretendía provocar con el relevo en el banquillo se ha esfumado en dos jornadas: empate en Salamanca y sonrojante derrota frente al Compos, que bailó al Dépor en Riazor. Auténtico ridículo del equipo coruñés contra un rival prácticamente calcado al que el año pasado competía en Tercera. Mismos jugadores y mismo entrenador, Yago Iglesias, que cumple su quinta campaña en San Lázaro. En Santiago triunfa la continuidad mientras en A Coruña continúan los bandazos.

Dos formas opuestas de armar un proyecto, el del Deportivo tambaleándose después de dos meses sin ganar en Segunda B. Se cumplirán el viernes, dos días antes de recibir al líder, Unionistas, a ocho puntos de distancia. Desde el 29 de noviembre del año pasado no vence en el torneo liguero el conjunto blanquiazul, en una caída interminable que amenaza con apearlo de la lucha por el ascenso a las primeras de cambio, en la liguilla inicial.

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El Deportivo cae (0-2) ante el Compostela Víctor Echave

Después de tumbar al Racing de Ferrol gracias a un penalti provocado y transformado por Diego Rolan (1-0) solo ha sido capaz de sumar dos puntos en los siguientes cinco compromisos: empató en Pontevedra (1-1), perdió en Riazor ante el Celta B (1-2), volvió a caer en Zamora (1-0) y sumó un punto en Salamanca (0-0) antes de volver a perder en Riazor, esta vez frente al Compostela (0-2).

El foco hacia la novedad en el banquillo no debe ocultar el pésimo rendimiento individual de un grupo de futbolistas a los que antes de empezar la temporada se les presuponía un nivel de categoría superior, muy por encima del que están mostrando. La realidad es que hoy por hoy son jugadores del montón en Segunda B.