Rubén de la Barrera pidió disculpas a la afición del Deportivo por la derrota de ayer en su estreno en el banquillo de Riazor como técnico blanquiazul. “Cada vez que perdamos un partido la culpa es fácil encontrarla y va a ser mía, independientemente de cómo se produzca. El único responsable y culpable de esta derrota soy yo”, afirmó el coruñés, convencido de que es posible reconducir la situación con el actual grupo de futbolistas que tiene a sus órdenes sin necesidad de recurrir al mercado invernal, abierto hasta el próximo lunes. “Con mi plantilla voy a muerte. Está perfectamente confeccionada. Lo digo así porque lo siento. Tenemos futbolistas con una trayectoria importante para lograr el objetivo y hacerlo de la mano todos juntos”, aseguró.

Insistió De la Barrera en su convencimiento de que la plantilla actual tiene capacidad para jugar a lo que él quiere y comportarse como un equipo dominador, protagonista y que someta a los rivales. “Sí, rotundo. Lo tengo muy claro. No me voy a mover por un resultado, ganando o perdiendo. Tengo muy claro cómo tenemos que hacer las cosas. Norias, carruseles y vaivenes emocionales no me interesan”, zanjó el entrenador.

“Nadie dijo que esto iba a ser sencillo. Tengo una energía importante por mi forma de ser y lo que noto en el vestuario. Quiero pedir disculpas a la afición por este resultado. Pretendemos ser el equipo que queremos ser, sabiendo que cada partido vale su peso en oro. Atendiendo a esa energía, queremos ir de verdad, jugar y perder el miedo al error, esos son tres ingredientes fundamentales para lograr lo que estoy convencido que vamos a lograr a final de temporada”, argumentó De la Barrera.

También analizó el coruñés algunas de sus apuestas en el once inicial, como la de Derik Osede en el lateral derecho. Con el central escorado a la banda buscaba “intentar facilitar situaciones de uno contra uno a Lara y agrandar el espacio a Celso [Borges] para su capacidad de llegada”. “Con un lateral más largo —argumentó— probablemente su extremo defendería de otra manera”. Quería, por lo tanto, “ganar un jugador más de cara y permitirle a Lara más ventaja”. Rdubén de la Barrera no se quiso escudar en el posible error arbitral en la acción previa al 0-1, en la que Mujaid pidió falta, ni en el posible penalti a Beauvue. “No las vi. Forma parte del juego. Unas veces se equivocan a favor y otras en contra. No lo voy a valorar yo. Nunca todo comienzo fue fácil. Sabíamos que iba a haber piedras en el camino”, recalcó el entrenador coruñés.