El Deportivo se presentará mañana en el campo de O Vao obligado a conseguir una victoria que se le resiste desde hace seis jornadas. Para lograrla necesitará poner punto y final a la sequía goleadora que arrastra el equipo desde hace cuatro partidos. El conjunto blanquiazul no anota desde la derrota en Zamora, en el último compromiso con Fernando Vázquez al frente, y no ha visto puerta en ninguno de los tres partidos con Rubén de la Barrera en el banquillo pese a los esfuerzos del técnico coruñés por buscar soluciones a los problemas ofensivos.
De la Barrera ha probado diferentes opciones, pero para el encuentro de mañana contra el Coruxo no podrá contar con el máximo goleador del equipo. Al club no le quedó más remedio que desprenderse de Rolan debido a su elevado salario y con él se marchó el principal argumento en ataque del Deportivo. El uruguayo marcó dos tantos en cuatro partidos, paliando las carencias de un conjunto en el que ningún otro atacante consiguió afianzarse en el equipo titular.
Miku todavía no ha logrado marcar y Rui Costa regresó a su país sin estrenar su cuenta tras desvincularse del club en el mercado de invierno. Beauvue solo ha anotado un gol y ha alternado la titularidad con el banquillo en una temporada marcada por la irregularidad. Esas cifras discretas obligaron a Rubén de la Barrera a recurrir a Adri Castro en busca de soluciones que su juicio deben llegar desde el funcionamiento colectivo.
“Si hay un contenido al que le damos importancia es a lo que ocurre en las áreas. todo ello nos obliga a darle recursos a la plantilla para que lo que nos permita acercarnos al área se pueda culminar de la mejor manera. Dos cuestiones: cómo uno progresa y logra situaciones de finalización, y luego esa finalización”, explicó el técnico.
Los problemas, sin embargo, no se han conseguido solucionar a través de ese contexto que busca De la Barrera. En lo que al acierto de los delanteros se refiere, la pizarra tiene poco hacer. Por eso el entrenador deportivista ha buscado alternativas diferentes cambiando a los protagonistas.
Adri Castro fue el titular ante el Salamanca, en un partido especialmente marcado por las condiciones en las que se encontraba el césped debido al temporal de nieve y frío que se vivió en la península por aquellos días. El Deportivo apenas tuvo oportunidades en aquel partido, igual que contra el Compostela una semana después a pesar de que Rubén de la Barrera cambió por completo el ataque.
Rolan y Beauvue, en teoría los delanteros que debían marcar las diferencias, desperdiciaron las pocas ocasiones que se les presentaron en aquella dolorosa derrota. La salida del uruguayo obligó a una nueva modificación contra Unionistas la semana pasada. Miku arrancó como titular en un compromiso en el que el equipo mostró otra cara, pero en el que volvió a estar espeso en el área.
El Deportivo mejoró con el regreso de Keko después de una larga ausencia por lesión, pero tampoco fue capaz de transformar su dominio en oportunidades claras frente a una de las mejores defensas de la categoría. Los centros y el juego por las bandas fueron el mejor argumento de un equipo que esta semana buscará una evolución que se le resiste, aunque está por ver con qué piezas.
De la Barrera insiste en la estrategia
El entrenador deportivista, Rubén de la Barrera, insistió en el entrenamiento de ayer en las acciones de estrategia con vistas al partido de mañana contra el Coruxo. El equipo no ha conseguido durante la temporada sacar partido a las acciones de estrategia a pesar de la nómina de lanzadores con la que cuenta. Esos problemas en la estrategia explican parte de la sequía goleadora que arrastra el Deportivo desde hace cuatro partidos y que a la vez ha derivado en una crisis de resultados. Rubén de la Barrera, como es habitual dos días antes de cada partido del equipo, insistió ayer en el balón parado en la sesión programada en las instalaciones de la ciudad deportiva de Abegondo. El técnico tuvo a todos sus jugadores disponibles salvo a Lucho García, que en el entrenamiento del jueves sufrió la fractura de la nariz a consecuencia de un choque con un compañero.
