Los destinos de Mauro Silva y el Deportivo siguen sin cruzarse por segunda vez. Primero fue Ignacio Rivera, el consejero delegado de Hijos de Rivera, quien tocó a su puerta para hacerlo presidente tras la salida de Tino Fernández en 2019 y ahora era Abanca la que quería convertirle en uno de los referentes de su nuevo Dépor, pero el brasileño ha vuelto a declinar la oferta.

El que fuera deportivista entre 1992 y 2005 explicó anoche las razones de esta negativa en una carta abierta en su cuenta de Instagram en la que reconoce que “el accionista mayoritario del Deportivo ha mantenido conversaciones” con él para conocer su “disponibilidad de colaborar en el proceso de reestructuración del club”. El ex pivote blanquiazul remarca su “amor, cariño y gratitud” por el Deportivo y A Coruña, aunque justifica su no en que a día de hoy sigue ocupando “el puesto de vicepresidente electo en la Federación Paulista de Fútbol” y en que tiene fijada su residencia en “Sao Paulo”, con lo que “no” está “en condiciones de participar en la gestión del Deportivo”.

Aun así, Mauro tiende la mano al nuevo equipo directivo y a la afición, pero no será en primera línea. “En cualquier caso, me he puesto a su disposición para ayudar desde la distancia en lo que sea posible y beneficioso para el club por el que siento pasión y una inmensa gratitud. ¡Seguiré animando al club para que consiga pronto el éxito y la recuperación!”, concluye.

Con esta negativa y las primeras decisiones, echa a andar una nueva etapa en el club coruñés. A la espera de la primera comparecencia pública del nuevo presidente, Antonio Couceiro, y su equipo, comienzan los cambios administrativos orquestados por Abanca. David Villasuso, hombre de la entidad financiera en el antiguo consejo y el único de sus miembros que se mantendrá en él, asume el papel de apoderado. El Borme recoge su nombramiento al igual que la revocación del antiguo abogado de la entidad, Germán Rodríguez Conchado, que al parecer aún conservaba sobre el papel competencias para “actos concretos concedidas hace años”.

El accionista mayoritario, Abanca, dio a conocer al nuevo consejo de administración tras la renuncia presentada el pasado lunes por Fernando Vidal y sus consejeros. El ya expresidente decidió “dar un paso a un lado” a instancias de “la propiedad” del club, de Abanca, que apenas una hora después hizo públicos los nombres que liderarán la nueva etapa del Deportivo, con el exconselleiro y presidente de la Cámara de A Coruña, Antonio Couceiro, a la cabeza. Con un nombramiento por cooptación, el consejo es “temporal”, según la normativa, y tendrá que ser ratificado en la próxima junta General de Accionistas, que está previsto que se celebre el próximo mes de marzo.

Entre el pasado lunes y la jornada de ayer, los consejeros salientes y los entrantes —Eduardo Blanco, Emma Lustres y Carlos Cantó acompañan a Couceiro— firmaron la cooptación que permitirá al nuevo consejo asumir las funciones que le corresponden de manera legal. Es una situación similar a la que se produjo con motivo de la marcha de Paco Zas en diciembre de 2019, cuando su equipo y el de Fernando Vidal acordaron el traspaso de poderes, que estableció que Toño Armenteros tomaría el mando de la directiva de manera interina hasta la junta de accionistas que se celebró el 14 de enero de 2020.

En aquel momento, el consejo de administración se completó con la entrada de buena parte de los integrantes de la candidatura de Fernando Vidal: José Luis Queijeiro, Manuel José Vázquez, Federico García Poncet, Ricardo González y Argimiro Vázquez. Solo Fernando Vidal y Miguel Otero se habían quedado fuera de esta junta de transición. El 14 de enero Vidal Raposo se convirtió en presidente y Otero ocupó su puesto en el consejo de administración. La situación es ahora similar. Es lo que faculta la Ley, que matiza que la cooptación es una situación de excepcionalidad: “En la sociedad anónima si durante el plazo para el que fueron nombrados los administradores se produjesen vacantes sin que existieran suplentes, el consejo podrá designar entre los accionistas las personas que hayan de ocuparlas hasta que se reúna la primera junta general”, recoge el artículo 244 de la Ley de Sociedades Anónimas.

Una de las primeras actuaciones del consejo que preside Antonio Couceiro viene recogida en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) del pasado martes, donde aparece el nombramiento de David Villasuso Castaño como nuevo apoderado de la entidad blanquiazul, así como la revocación de Germán Rodríguez Conchado, que todavía figuraba en el Registro con “poderes especiales concedidos ya hace muchos años y para actos concretos”, aseguran fuentes del club blanquiazul. Entre las actuaciones pendientes y que se tienen que producir antes de la próxima junta, está el registro de la ampliación de capital cerrada el pasado 4 de octubre. Sus resultados no figuran todavía en el Registro Mercantil de A Coruña.

Dividida en tres fases, ascendía a 70 millones de euros. Las dos primeras por un valor de 35 millones, con participación en exclusiva de Abanca, que convirtió en acciones ese importe —cinco del préstamo que concedió en enero de 2020— y el resto de los algo más de 62 que el club le debía.

La tercera, también por un importe de 35 millones de euros, era “abierta” , es decir, estaba destinada a los acciones de aquel momento y a cualquier interesado en general. Es de esta tercera fase, subdividida a su vez en tres apartados, de la que se desconocen los datos de participación. Fuentes próximas indican que la cifra alcanzada no alcanzó el 2% de esa cantidad.