Al Deportivo le falta de todo, empezando por el gol. El pasado sábado en Ferrol volvió a quedarse sin marcar apenas una semana después de que el andaluz José Alonso Lara acabara frente al Guijuelo con una larga sequía de cinco jornadas sin perforar la meta rival. El registro anotador de los blanquiazules —ocho aciertos en 15 jornadas— es ridículo en cualquier categoría y, por supuesto, todavía más en Segunda División B. De los 101 rivales en el tercer escalón del fútbol español, solo tres han celebrado menos dianas: Peña Deportiva Santa Eulalia (subgrupo 3B), siete goles en 15 partidos; Leioa (2A), también siete pero en 13 encuentros; y Las Palmas B (4A), que logró seis en 12 jornadas disputadas.

El equipo coruñés repele el gol especialmente en los últimos dos meses de competición, ya que ese decisivo tanto de Lara frente al conjunto chacinero es el único que logró el Dépor en las últimas siete jornadas, o lo que es lo mismo, en lo que va de 2021. Esa alarmante falta de pegada es una de las muchas causas que explican la cuesta abajo de los blanquiazules, que en Ferrol enterraron sus remotas opciones de pelear por el objetivo inicial del ascenso y ya ven peligrar, incluso, la permanencia en el tercer escalón del fútbol nacional en el que actualmente deambulan.

El encuentro de la jornada inaugural contra el Salamanca disputado en Riazor fue el único en el que el cuadro blanquiazul perforó más de una vez el arco contrario. Claudio Beauvue anotó el primero y Eneko Bóveda, de cabeza, firmó el definitivo 2-1 sobre la bocina. Desde aquella primera victoria en el estreno liguero, el Deportivo no volvió a lograr más de un tanto en un mismo partido, un dato sonrojante para un equipo que comenzó la temporada como claro aspirante a ser uno de los principales dominadores de la categoría de bronce.

En las primeras jornadas no generaba demasiadas ocasiones, pero le bastaba para ir sacando los partidos adelante y situarse en los primeros puestos, alcanzando el liderato precisamente tras la victoria de la primera vuelta ante el Racing gracias a un penalti provocado y transformado por Diego Rolan. Desde entonces, la caída ha sido constante y acentuada tras el relevo en el banquillo.

Cada gol le cuesta un mundo y necesita generar demasiadas ocasiones para materializar alguna. Sin ir más lejos, en A Malata el pasado fin de semana Héctor, Uche, Raí, Rayco y Beauvue estuvieron cerca de batir a Diego Rivas, pero ninguno logró el premio del gol. El Racing, en cambio, sí aprovechó una de sus ocasiones para adelantarse en el marcador y amarrar una victoria vital en sus aspiraciones de reengancharse a la pelea por el ascenso. 17 goles a favor llevan los ferrolanos en 14 partidos, doblando con creces los ocho del Dépor en un encuentro más. Todos los rivales del subgrupo están por encima de la decena, incluido el Coruxo gracias a sus dos aciertos de ayer que le dieron los tres puntos en el campo del Guijuelo (0-2).

Lara y el cedido Rolan, discretos ‘pichichis’ con dos aciertos

Tan ridícula como el balance goleador de todo el equipo es la marca anotadora de los máximos artilleros blanquiazules. José Lara, goleador en las victorias en Riazor por 1-0 ante Coruxo y Guijuelo, es el único de la actual plantilla que ha logrado más de una diana. Su discreta marca de dos tantos lo convierte en el pichichi blanquiazul, empatado con el cedido Diego Rolan, quien antes de salir a préstamo en el mercado invernal colaboró con sendos tantos ante Racing de Ferrol en Riazor (1-0) y contra el Pontevedra en Pasarón (1-1). Eneko Bóveda, decisivo al sellar de cabeza el triunfo de la primera jornada ante el Salamanca (2-1), anotó una diana que valió los primeros tres puntos. También un tanto cada uno celebraron Beauvue —al Salamanca—, Borja Galán —ante el Celta B— y Héctor Hernández, cuyo tempranero golazo bastó para vencer en el campo de Unionistas. El lateral vallisoletano también festejó otra diana en la Copa del Rey, la que decidió la eliminatoria a partido único contra El Ejido disputada en Riazor . De la nómina de delanteros, Rui Costa cerró su etapa en el Dépor sin haber estrenado su cuenta goleadora, mientras que Miku trata de superar una lesión muscular con el objetivo de aportar algún tanto en esta recta final de la primera liguilla. De momento, el venezolano no ha sido capaz de perforar la portería contraria en los 293 minutos que disputó. Tampoco lo hizo el fabrilista Adri Castro en los 236 minutos que participó con el primer equipo. Desde el filial subió Rayco al Dépor en el mercado invernal. El canario ha jugado 196 minutos repartidos en los partidos ante Coruxo, Guijuelo y Racing de Ferrol, todavía sin inaugurar su cuenta goleadora. El Dépor sigue esperando también la aportación de cara a puerta de otros jugadores como Borges, Keko o Raí.