Deportivo y Numancia compartieron de la mano el descenso a Segunda B con aquella polémica última jornada de la pasada temporada en Segunda División, cuando se jugaron todos los partidos excepto el que el cuadro coruñés tenía que disputar ante el Fuenlabrada. Celebrado este último encuentro, sin valor a efectos clasificatorios para los blanquiazules, se confirmó su descenso y también el de los sorianos a la categoría de bronce del fútbol español. Juntos iniciaron un proceso ante la Justicia ordinaria, pendiente de solventar, y juntos continúan en su proceloso viaje por la Segunda B, en donde se tendrán que conformar con entrar en la lucha por entrar en la Primera de la Real Federación Española de Fútbol, es decir, seguir en la tercera división. Como máximo, salvo sorpresa grande.

El Numancia disponía de tres partidos para tratar de asomar la cabeza y meterse entre los tres primeros del subgrupo 1B —aplazados en su día a causa del COVID-19— y ya consumió dos, en los que sumo un punto. El miércoles perdió ante la Cultural Leonesa (0-2) en Los Pajaritos; ayer igualó en Villaviciosa contra el Lealtad (1-1). Le queda todavía un partido, el que jugará el próximo miércoles contra el Oviedo B, también en campo soriano. Ya no le servirá para lograr la tercera posición, pero se quedaría cerca. Sin embargo, un triunfo le permitirá además mantener las aspiraciones de estar en el grupo intermedio y no tener que pelear por la permanencia.

Los números todavía les conceden posibilidades a ambos equipos, pues ganando todo, los nueve puntos que quedan por disputarse, el cuadro blanquiazul todavía podría colarse en la pugna por el ascenso. Lo tiene complicado porque está a cuatro del Celta B, pero con el partido de la penúltima jornada en Barreiro si gana podría llegar al último choque con posibilidades. Todo pasa por ganar todo. De ser así no sería imposible que el sueño se convirtiese en realidad. El problema es la confianza. El domingo día 7 el club blanquiazul recibirá al Pontevedra (19.00 horas), partido en el que la victoria es inexcusable, ya que todo lo que no sea ganar podría colocar al cuadro de Rubén de la Barrera entre los cuatro últimos, es decir, en la pelea por la permanencia. Ganar, le daría un estímulo extra que podría suponer una recompensa mayor. Depende de los futbolistas.

Después les tocaría remar contra corriente, pero un equipo en ascenso en la recta final puede hacer mucho daño. Por eso el choque ante los pontevedreses se antoja fundamental, para mirar hacia arriba y para mirar hacia abajo. Serían 23 puntos y los jugadores casi podrían dejar de pensar en la zona baja de la tabla; después llegará el enfrentamiento en Barreiro contra el Celta B, que en la próxima jornada visita al Compostela mientras que el Racing acudirá a O Vao para medirse a un Coruxo necesitado y que todavía no arrojó la toalla. Son nueve puntos los que hay en juego, pero quizás los deportivistas tengan más posibilidades de lo que puedan pensar. Eso sí, siempre que ganen todo lo que les falta.

Y en esto del fútbol los equipos se manejan por rachas, el Deportivo estuvo siete jornadas consecutivas, las siete primeras, sin perder, y después permaneció otras siete sin ganar. Le falta la ola buena, esa que lleva a sumar de tres en tres. Si consigue subirse en estas tres última jornadas es posible que alguno de los adversarios se lleve una desagradable sorpresa.

Todos los rivales pensaban que el equipo coruñés podía, y tenía, que despertar en algún momento, entre los últimos en manifestarse de esta manera fue el entrenador de Unionistas cuando llegó líder a Riazor. “El Deportivo despertará en algún momento, y entonces ...”, había dicho Hernán Pérez, técnico del conjunto charro. Llegaba a A Coruña en lo alto de la clasificación tras sufrir solo una derrota, la de la primera vuelta en su campo y ante los deportivistas; ahora, a falta de tres jornadas es segundo, con seis puntos sobre el Deportivo, pero solo dos más con respecto al Celta B, tercero, y tres con respecto al Racing de Ferrol y al Compostela, cuarto y quinto, respectivamente. Son nueve puntos, suficientes en una liga tan corta como esta. Todo lo pasado puede tener solución en las tres próxima jornadas.

A dos puntos del premio en el grupo intermedio

Los resultados que se produjeron a lo largo de esta semana con la recuperación de los partidos aplazados en su día a causa del COVID-19 dejan al Deportivo en un cómoda situación en la clasificación de los seis equipos que pelearían por las dos plazas en Primera de la Federación Española de Fútbol. A estas alturas, los blanquiazules empezarían cuartos a tres puntos del Compostela y Racing de Ferrol, que serían los que comenzarían ocupando esas dos primeras plazas. Un partido de diferencia, que en el caso de los santiagueses sería algo más, ya que tienen el golaveraje a favor tras su triunfo en Riazor, pero quedarían seis partidos, todos contra los equipos del subgrupo 1B, entre los que ahora solo el Langreo supera al Deportivo en un punto. De todas formas, pendientes del Numancia-Oviedo B del próximo miércoles, esta clasificación provisional puede dar muchos vuelcos.