Celso Borges, uno de los capitanes del Deportivo, analiza esperanzado la delicada situación del equipo coruñés, al que las matemáticas todavía no descartan definitivamente de la lucha por el ascenso, pero que al mismo tiempo no está fuera de peligro de descender una categoría o incluso dos, en el peor de los casos: “El equipo se sigue manteniendo con esa fe de que las cosas puedan salir bien”.

¿Cómo les ha sentado el paréntesis competitivo?

Bien. Nos dio un poco más de tiempo para trabajar. Es verdad que después de perder los parones son más difíciles pero ya esta semana de trabajo ha sido mejor y estamos con las pilas cargadas otra vez.

¿Qué están haciendo diferente para creer que esta vez sí van a ganar el fin de semana?

Es que al final el resultado te condiciona un poco. No es que hagamos algo diferente, es que simplemente ves al nuevo partido como una nueva oportunidad de querer hacerlo bien. Trabajamos muchísimo siempre. Lo diferente es que ganas cinco sesiones más en las que puedes ajustar más cosas.

Después de tantas decepciones, ¿cómo se consigue que el aficionado del Dépor pueda mantener la fe en el equipo?

Pues con la manera en la que juguemos, creo yo. Es la manera que tenemos de transmitir a la gente. Por más que demos entrevistas o por más que hablemos, al final la gente quiere ver un equipo con el que se sienta identificada. Esa es la mejor manera de comunicar que el equipo tiene. Estamos queriendo. No se ha dado por x o y razón, pero nuestra única manera de transmitir es esa, a través del juego.

¿Ahí dentro siguen mirando hacia los puestos de arriba o enfocan ya hacia abajo para no caer?

Estamos mirando hacia el Pontevedra. No podemos caer más en esa trampa de estar viendo hacia cualquier lado. Simplemente tenemos que jugar, y ya está. Después, que pase lo que tenga que pasar, porque es incontrolable. El futuro más cercano es el día del Pontevedra. Después de ahí… podemos hacer números y podemos hacer lo que sea, pero se trata de lo que se trata, que es de ganar.

¿Realmente cree que aún es posible el objetivo inicial del ascenso?

Nuestro objetivo va de acuerdo a cómo vayan las posibilidades que vayamos teniendo. Es verdad que el equipo se sigue manteniendo con esa fe de que las cosas puedan salir bien y eso es lo que nos motiva y nos hace levantarnos todos los días. Eso no lo perdemos, indudablemente. Es fútbol y aquí cualquier cosa puede pasar. Para seguir teniendo esas esperanzas tenemos que ganar, engancharnos de nuevo y meternos en la pelea, porque es la única manera que tenemos de hacer presión sobre los demás.

Se ha apuntado hacia el entrenador, con el despido de Vázquez y la contratación de De la Barrera, y luego hacia el consejo, con la salida del equipo directivo de Vidal y la llegada de uno nuevo encabezado por Couceiro. ¿Cree que se ha enfocado poco hacia los jugadores y su responsabilidad?

No se trata de apuntar. Se trata de ver en qué cosas podemos mejorar al Deportivo. No es una cuestión de decir de quién son las culpas aquí sino de ver cómo podemos mejorar al club como tal, todos con una responsabilidad, por supuesto, pero nadie puede asumir más responsabilidad de la que tiene. Evidentemente, en un club hay muchas partes involucradas.

¿Es el momento de que los jugadores por fin den un paso al frente y demuestren que son tan buenos como se presuponía?

Creo que los resultados un poco condicionan la perspectiva de lo que son los jugadores como tales. Cuando se pierde, siempre el análisis cambia. Se han hecho cosas bien, otras no tanto, y nos corresponde ahora a nosotros en estos últimos tres partidos dejarnos la vida.

¿Cree que falta liderazgo, futbolistas que se echen al equipo a sus espaldas?

Esto es un juego colectivo. Al final, todos dependemos del rendimiento de cada uno para poder llevar las cosas a buen puerto. El juego colectivo es lo que ha dado fruto en todas las instituciones y en todos los clubes. Por esa parte lo enfocaría más por ahí, porque es lo que nos puede dar al final la ventaja competitiva sobre los demás.

Pero es en los momentos delicados cuando debe aflorar ese perfil de futbolista.

Pero siempre sobre una base de juego. Es decir, hacer la guerra por tu propia cuenta tampoco sirve. Si este equipo algo tiene es que al menos como conjunto estamos todos tratando de remar hacia el mismo lado.

¿Estaban preparados para una categoría con las características de la Segunda B?

Yo creo que todos nos adaptamos poco a poco a lo que estuvo siendo la liga. Simplemente es diferente, por supuesto que es diferente, pero hemos tratado de hacerlo lo mejor posible para que las cosas salgan bien. Es una división diferente, pero muy competitiva.

¿Qué balance hace de su rendimiento esta temporada?

Bien, de menos a más. Cuando llegué, vine sin jugar, un poco mal de forma. Después del partido contra Unionistas allá fuera, ahí ya cambió un poco la cosa. Y después de ahí, bastante bien.

Viendo la trayectoria del equipo, ¿se arrepiente de haber regresado al Deportivo?

No. En ningún momento, jamás en la vida. Aquí estoy encantado, muy contento. El hecho de no ganar o de ganar poco, en cuanto a resultados me refiero, no me hace cuestionarme en absoluto. Sé que formo parte de un proyecto enorme, muy bonito y muy ambicioso. Aquí estoy muy feliz.

¿Mejor jugar con público en Riazor aunque solo sean 500?

Sí. No importa que sean poquitos. Lo que más gusta de ser futbolista es poder mostrarte, que la gente te vea y te anime. Eso es parte del juego que extrañamos muchísimo y nos hace mucha falta. Aunque sean 500, seguro que nos van a ayudar.

¿Tranquiliza el anuncio del presidente Couceiro de que, “pase lo que pase”, la continuidad del Deportivo está garantizada?

Sí, por supuesto. Es un mensaje de mucha calma y tranquilidad. Al grupo le viene bien. Es bueno saber que eres parte de algo grande y que tienes la posibilidad de llevarlo bien y de que acabe bien.

¿Qué referencias tiene del Pontevedra?

Es un equipo que está como nosotros, luchando bastante para que las cosas le salgan bien. Va a ser un rival un poco diferente al que nos encontramos en la primera vuelta. Tendremos que quererlo más nosotros si queremos ganar.