El Dépor se aleja del abismo de las últimas cuatro plazas, las de condena segura, gracias a su triunfo ante el Pontevedra. Con cinco puntos de margen sobre el equipo granate a falta de seis por disputar, puede respirar algo más tranquilo, aunque el Coruxo (17 puntos) tiene un partido menos. La victoria de ayer lo consolida en el vagón del medio empatado a 23 con Compostela y Racing, los ferrolanos con un encuentro menos. Tercero, con 27, está el Celta B, próximo rival del Dépor el domingo en Barreiro. La carambola para auparse al podio y seguir peleando por subir pasa por ganar los dos choques que le faltan, ante el filial celeste y el Zamora, y confiar en que el resto de resultados le acompañen.
Una combinación muy complicada, casi rocambolesca, pero matemáticamente todavía posible. A esos números quiere agarrarse el Deportivo en estas dos jornadas finales, que encara dispuesto a agotar esas remotas opciones de ascenso y, en todo caso, con el propósito de sumar el mayor número de puntos para así tener más posibilidades de conseguir una plaza en la Primera RFEF, si es que finalmente no es capaz de alcanzar la tercera posición.
De momento, el Deportivo visitará Barreiro con la posibilidad de situarse a solo un punto del Celta B, en caso de victoria. Luego los celestes cerrarán esta fase en el campo del Coruxo, mientras que el Dépor recibirá al Zamora. Tanto el equipo rojiblanco como Unionistas mandan en la tabla con 29 puntos, seis más que el conjunto coruñés a falta de seis en disputa, por lo que ya prácticamente son inalcanzables pese a que el Dépor tiene a favor el golaveraje particular favorable con respecto a los de Salamanca y todavía debe recibir a los zamoranos, que en la primera vuelta vencieron 1-0 al Deportivo en el Ruta de la Plata. Adelantar al Celta B, con permiso de Compos y Racing, es en la práctica la única vía que queda abierta para que el equipo coruñés siga soñando con luchar por el ascenso.
