La presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, jugó un papel decisivo el pasado verano cuando el máximo organismo del deporte español decidió aliarse con Javier Tebas y negarse a la ampliación de la Segunda División, de forma excepcional, tal como habían propuesto el Deportivo y el Numancia con el apoyo de la Federación Española de Fútbol. Siete meses después de que el CSD sentenciase a los equipos coruñés y soriano al descenso, el senador coruñés por el PP, Miguel Lorenzo, preguntó ayer en la Comisión de Cultura y Deportes de la Cámara Alta “sobre los motivos por los que no consideró la propuesta de la Real Federación Española de Fútbol de resolver la crisis abierta tras el aplazamiento del partido entre Deportivo y Fuenlabrada”, de la última jornada del curso pasado que se tenía que haber celebrado de forma unificada. Una pregunta que no obtuvo respuesta por parte de Lozano.

“La esencia es saber el motivo por el que el CSD no aceptó la propuesta federativa de ampliación y también aclarar porqué no tuvo una actuación más activa moderando el conflicto”, explica el senador coruñés. Él mismo respondió ante la actitud de la presidenta del CSD: “Sigue con la política de echar balones fuera”. Lozano solo pudo justificarse con una respuesta en la que leyó unas líneas que aludían al cumplimiento de los protocolos de reanudación del fútbol profesional tras el confinamiento. “¿Usted es senador por Galicia?”, inquirió a Lorenzo. “¿Por A Coruña? Cuando habla de solución razonable coincide con la geografía”, esgrimió.

El senador coruñés también le recordó que el pleno municipal de A Coruña apoyó por unanimidad en septiembre pasado una declaración institucional sobre el caso Fuenlabrada, en la que, entre otras manifestaciones, solicitaba la dimisión o cese de la presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, y que su organismo, a instancias del Gobierno estatal, declarase la inhabilitación de Javier Tebas, presidente de LaLiga (LFP). Además, Lorenzo recordó las implicaciones “familiares” que se produjeron durante este caso. Así, rememoró que el hijo del presidente de LaLiga trabaja como abogado del Fuenlabrada y que el hijo del director general del CSD, Joaquín de Arístegui, está empleado en la organización que dirige Javier Tebas. “A la reunión final —celebrada el 27 de agosto de 2020— en la que el CSD tiene que actuar como árbitro y buscar una solución que no perjudicase a nadie envían al señor Arístegui, del que no pongo en duda su honorabilidad ni digo si eso es legal o ético, pero lo que está claro es que lo estético no lo han tenido en cuenta”, replica Lorenzo.

El asunto está en los tribunales de justicia ordinaria, tras la denuncia del Deportivo, del Numancia y del propio Ayuntamiento de A Coruña, además de la que presentaron cinco accionistas del club coruñés, y al que ha decidido personarse en el momento oportuno la Federación Española de Fútbol, según declaró Luis Rubiales, su presidente, en su visita a la ciudad coruñesa a finales del pasado año, además de otras agrupaciones blanquiazules.