Celso Borges está en la recta final de la recuperación de su lesión muscular en los isquiotibiales de la pierna izquierda por la que se perdió los últimos dos partidos ante Pontevedra y Celta B. Todavía no tiene el alta médica, pero ayer comenzó su reincorporación al grupo realizando tareas junto a sus compañeros sobre el césped de Riazor.

No está descartado para el encuentro del domingo frente al Zamora (12.00 horas). Dependerá de cómo evolucione y de cuáles sean sus sensaciones en los entrenamientos de hoy, en Abegondo, y de mañana, en el estadio blanquiazul. En cualquier caso, lo más probable es que el internacional costarricense no corra ningún riesgo y aplace su regreso a la competición hasta el siguiente fin de semana.

La buena noticia de la jornada de ayer en la plantilla del Deportivo fue esa mejoría de Borges y la mala la protagonizó Yago Gandoy, quien no pudo completar el ensayo tras recibir un golpe en un gemelo que le obligó a tener que marcharse a los vestuarios antes que sus compañeros. El canterano, con muy poco protagonismo en las últimas jornadas, es duda para el trascendental encuentro del domingo.

De momento, los únicos futbolistas que están descartados para recibir al líder del subgrupo son el central Derik Osede, que no volverá a competir hasta la próxima campaña, y el lateral izquierdo Héctor Hernández, todavía al margen del grupo recuperándose de la lesión muscular que sufrió en la segunda parte del partido de Barreiro frente al Celta B.

El técnico del Deportivo, Rubén de la Barrera, contó con los fabrilistas Alberto y Adri Castro para el entrenamiento de ayer a puerta cerrada en Riazor, donde avanzó en la preparación del encuentro ante el Zamora que cerrará la primera fase de la competición en Segunda B. Esta mañana el equipo se ejercita en Abegondo.