Hace un mes, tras caer en A Malata, el horizonte del Deportivo era tan oscuro que prácticamente veía imposible llegar a la última jornada de la primera fase con opciones de acabar aupándose al podio del subgrupo para seguir peleando por el ascenso. Necesitaba una carambola de las grandes, casi rocambolesca, pero desde entonces poco a poco los diferentes resultados fueron encajando, sobre todo porque el equipo coruñés hizo por fin sus deberes y ganó sus dos siguientes partidos contra Pontevedra y Celta B. Llega vivo a la jornada final, algo que no hace tanto parecía impensable. No depende de sí mismo para ser tercero, pero si gana al Zamora las posibilidades reales de alcanzar esa meta son grandes.

En ese caso, le bastará con que Unionistas pierda frente al Racing de Ferrol, o que el Celta B no sea capaz de vencer en Coruxo. Hasta el Compos tiene opciones. Cinco aspirantes a dos plazas para completar el podio junto al Zamora. Una mañana de transistores, que De la Barrera no quiere encender. Y hace bien. Todo el foco debe estar en el partido de Riazor frente al líder. Si el Dépor no gana, de nada valdrá lo demás, por mucho que las matemáticas le dejen abierta una pequeña ventana para clasificarse entre los tres primeros aun empatando contra el Zamora. La realidad es que debe sumar los tres puntos.

En busca de ese objetivo Rubén de la Barrera presentará un once muy parecido al que completó en Barreiro el mejor partido de la temporada. Salva Ruiz entrará en el lateral izquierdo por el lesionado Héctor Hernández. Derik es la otra baja segura para recibir al Zamora, que llega a Riazor con la tranquilidad de tener ya garantizado un billete entre los tres primeros. Es el líder y planteará un partido muy difícil al Deportivo pese a sus numerosas bajas. Para David Movilla y sus hombres la visita a A Coruña se presente como un gran premio al trabajo bien hecho, una oportunidad para disfrutar y, de paso, una ocasión para seguir sumando de cara a la siguiente fase.

Estos puntos contarán para después, así que el Dépor tiene la obligación de cerrar esta primera fase con un triunfo que le permita tener más opciones de clasificarse para la Primera RFEF en caso de que, finalmente, no se produzca una carambola favorable a sus intereses. Miku, que el viernes realizó trabajo específico, se ejercitó ayer con el grupo y, en principio, podrá competir. Con dudas también está Borges, todavía sin el alta médica de su lesión muscular. El cualquier caso, el tico no será titular. Álex, Uche y Villares repetirán en el centro del campo, con Raí y Keko partiendo desde las bandas.