El técnico blanquiazul, Rubén de la Barrera, estará pendiente desde esta mañana de la evolución de los jugadores con problemas físicos. Miku y Salva acabaron tocados el encuentro del pasado fin de semana frente al Zamora, en el que el lateral valenciano tuvo que pedir el cambio por unos calambres que, en principio, no le deberían impedir estar a disposición del entrenador para el partido del domingo en Riazor contra el Marino de Luanco. Uche Agbo se quedó en su domicilio el lunes, según informó el club con gastroenteritis, pero en cualquier caso será baja para el estreno en la segunda fase debido a que tendrá que cumplir un encuentro de sanción por acumulación de cartulinas amarillas. El nigeriano y Derik Osede, en la fase inicial de su recuperación, son los únicos que están descartados para el duelo frente al conjunto asturiano.

Héctor Hernández y Celso Borges, por su parte, esperan recibir el alta médica de sus respectivas lesiones musculares antes del domingo para poder estar en la convocatoria. Ambos tienen opciones de estar disponibles ante el Marino.