El Deportivo vive estos días pendiente de su futuro. Después de asimilar el chasco de no clasificarse para la fase de ascenso a Segunda, el club se centra en asegurar al menos su presencia el curso que viene en la Primera Federación mientras mira de reojo a lo que ocurra con su técnico. El deseo del máximo accionista es construir un proyecto alrededor de Rubén de la Barrera, que por el momento prefiere centrarse en lo inmediato mientras afianza la evolución experimentada por el equipo en las últimas jornadas. Existe una buena sintonía con la entidad, “feeling”, como lo definió ayer el entrenador coruñés, pero su renovación más allá del 30 de junio la tratará una vez se resuelva la segunda fase de la competición.

El domingo recibirán en Riazor (19.00 horas) al Marino de Luanco en el primero de los seis partidos que restan para finalizar la temporada y por el momento no desea mirar más allá. “Estamos centrados en el presente, el momento más importante. Y eso es el Marino de Luanco. Este tiempo ha servido para relacionarnos, hay feeling entre las partes y el día a día es francamente bueno, pero de lo que pudiera pasar, o no, no es algo de lo que hablemos. Faltan seis partidos por jugar y eso es lo que tiene que ocupar a todo el mundo”, resumió De la Barrera.

El técnico no tiene prisa por resolver su futuro, por más que vaya ligado al proyecto que ambiciona el club, y aludió a la comparecencia del presidente, Antonio Couceiro, en la que expuso la “viabilidad” del proyecto con Abanca al frente fuese cual fuese el desenlace de la temporada. “El gran mensaje fue el que mandó en su día el presidente, asegurando la viabilidad del club ocurriese lo que ocurriese. La categoría en la que arranques marcará la velocidad del proyecto”, aseguró. “Si el club está en Segunda Federación es una velocidad, si está en la Pro (Primera Federación) es otra, pero lo importante es que será. Y esa es la perspectiva a corto, medio y largo plazo. El impacto de esa comparecencia tuvo su efecto. Entonces a mí no me quita el sueño que se confirme o se deje de confirmar (su renovación). He firmado contrato hasta junio y vine con ganas de hacer cosas y aportar. Me centro en lo importante, que es mantener el nivel, que sea mayor, y por otra parte asegurar la presencia en la Pro”, añadió el entrenador deportivista.

Garantizar una plaza el curso que viene en la Primera Federación es el objetivo prioritario mientras afianza la evolución del equipo. Cuatro victorias en los últimos cinco partidos prueban el paso adelante del Deportivo, aunque De la Barrera reconoció ayer que no fue “sencillo” alcanzar esa mejoría. “No es lo mismo llegar en un momento de la temporada que en otro. Y no es lo mismo competir en un sistema convencional, que hacerlo en uno exprés. Había que acelerar procesos mientras competías y conjugando lesiones, mercado... no ha sido sencillo. Pero el equipo ha dado un paso, creo que hemos encontrado una manera que nos permite competir bien y acercar a cada uno de los jugadores a lo que son”, reflexionó.

Después de titubeos, Rubén de la Barrera percibe una plantilla al alza, concienciada para alcanzar la meta de la segunda parte del campeonato a pesar de la decepción que supuso verse fuera de la fase de ascenso. “La gente está metida y conectada; eso es lo que importa”, manifestó.

Borges, Miku y Héctor, con el grupo

Celso Borges, Miku y Héctor Hernández se entrenaron ayer junto al resto de la plantilla y los tres podrían estar disponibles para el partido del domingo frente al Marino de Luanco (19.00 horas). Borges recibió el miércoles el alta médica y será el sustituto en el centro del campo de Uche Agbo, baja por acumulación de tarjetas. Miku se sometió en los últimos días a un plan específico de entrenamiento que lo mantuvo apartado del trabajo con el resto de la plantilla, pero ayer por la mañana trabajó con normalidad en el ensayo a puerta cerrada en el estadio de Riazor. Héctor Hernández, por su parte, se ejercitó por primera vez con el grupo después de la lesión muscular que sufrió en el partido contra el Celta B. El lateral izquierdo todavía no dispone del alta médica y su presencia en la convocatoria para recibir al Marino de Luanco dependerá de la evolución que muestre en los entrenamientos de hoy y mañana.