Una de las irrupciones de la década. Hay que rebuscar en la historia reciente del Dépor para encontrar en los últimos tiempos un fabrilista que tuviese un impacto semejante al de Villares en juego y en minutos desde el momento en el que le dieron la alternativa en el primer equipo. Ni Mujaid ni Edu Expósito ni Insua. Con el asterisco de la categoría, ellos probaron la élite y tuvieron que volver circunstancialmente al filial y esperar un nuevo impulso, que llegó en su caso con muchísima fuerza. No se ha enfrentado a la misma tesitura el chairego, que tras los minutos iniciales en O Vao saliendo desde el banquillo, acumula cinco titularidades y no aparece en el horizonte una posible suplencia, más allá de las obligadas por lesión o sanción. Hay que remontarse a los antecedentes de Caballo en 2018 o de Álex Bergantiños en 2011 para toparse con tal rotundidad y confianza por parte de un entrenador. Llegaron, se vistieron y no pararon de jugar, así le está pasando también a Villares.

El pivote blanquiazul no es, ni mucho menos, el único fabrilista que ha debutado esta temporada, ya fuese con Fernando Vázquez o con Rubén de la Barrera. Compartió el momento con Rayco y le precedieron Adri Castro, Manu Mosquera y Álex Barba, el único que no fue titular en ningún duelo de Liga. El canario empezó de suplente, disfrutó de dos titulares y ahora es una alternativa desde el banquillo. Y el ex del Ourense CF partió otro par de veces en el once y ahora ha vuelto al filial; hace semanas sin estar en una cita del primer equipo. Más tiempo lleva en esta situación el hijo de Manuel Mosquera tras la apuesta que hizo Vázquez por él.

Un año antes, en Segunda, lo elegidos para estrenarse fueron David Sánchez, Gandoy, Valín y Borja Galán. Salvo este último que había sido recuperado del Alcorcón y que empezó con tres titularidades para luego ser una opción secundaria, el resto aparecieron de manera aislada, cuando no había nada en juego o en los instantes finales de algunos encuentros. Muy lejos de la apuesta decidida por Villares.

Esa temporada la gran irrupción fue Mujaid Sadick, al que Luisito había rescatado del juvenil y Fernando Vázquez de la suplencia. En el momento en el que el de Castrofeito le dio la titularidad en una defensa de cinco no la soltó, pero no era ni mucho menos la primera vez que aparecía sobre el césped con los mayores. Anquela le había alineado meses atrás en Vallecas y dos ejercicios antes Seedorf le había hecho debutar en Primera con un par de partidos que no tuvieron continuidad.

En la 2018-19, con Natxo y Martí, surgen tres nombres propios: Edu Expósito, Diego Caballo y Joni Montiel. El mediapunta disputó media hora suelta ante el Nàstic. La huella de los otros dos fue profunda. El pivote, ahora en el Eibar, acabó como titular y siendo de los mejores. No era la primera vez que jugaba un partido con el primer equipo. Había entrado desde el banquillo en tres duelos de la 17-18 y había sido titular en uno de la 16-17. El impacto del lateral sí que fue inmediato y duradero. Debutó en el once y, salvo contratiempo o ajuste puntual, se hizo con la posición. Comparte con Villares su madurez, ya que dieron el salto con 24 años, fuera de los márgenes para alternar. En campañas anteriores One, Francis, Pinchi, Róber, Cardoso, Dani Iglesias, Uxío o Bicho disfrutaron de oportunidades a cuentas gotas. Solo con Vázquez, Luis Fernández, Juan Carlos e Insua fueron importantes, pero el ariete no era indiscutible y el mediapunta y el central habían tenido minutos años atrás. Álex cierra el círculo. Él llegó con 26 y, salvo cuando no lo quisieron, siempre estuvo ahí.

Presencia inédita de canteranos en las listas

Ya fuese por reiterados problemas físicos entre los mayores, por contratiempos generados por el COVID o por manejar el Dépor una plantilla con 21 o 22 fichas, han llegado esta temporada a oleadas los canteranos o fabrilistas a las convocatorias del primer equipo. Una situación inédita que no encuentra comparación en la era moderna blanquiazul. Solo se estrenaron Villares, Adri Castro, Rayco, Manu Mosquera y Álex Barba, pero han entrado en una lista, sin jugar, y han recibido su dorsal futbolistas como Juan Rodríguez, Iván Guerrero, Guille Bueno, Dani Barcia, Álex Boedo, Javi Sanmartín, Hugo Padín, Peke y Pablo Brea. Les ha ayudado, sin duda, que el equipo compite en Segunda B y que el salto es menor,. Aun así, la apuesta es decidida. Muchos son juveniles y alguno ni siquiera ha disfrutado de minutos con el equipo de Valerón. Aú así, han merecido la atención y la llamada del técnico del escalafón superior en algún ocasión puntual de este ejercicio. Un puñado de ellos tienen un futuro incierto en el Deportivo, no así otros, sobre todo, los más jóvenes, en los que hay muchas esperanzas depositadas a medio plazo.