La Unión Popular de Langreo pondrá a prueba el domingo (17.00 horas) la capacidad del Deportivo para adaptarse al césped sintético, en este caso al del Nuevo Ganzábal, donde solo el Burgos fue capaz de ganar esta temporada. Es un campo grande, de dimensiones similares a las de Riazor: 104 x 68, frente a los 105 x 68 del rectángulo de juego coruñés. El principal problema está en la superficie, ya que a los futbolistas acostumbrados a la hierba natural no les gusta nada tener que competir sobre terreno artificial. Puede ser un hándicap, pero nunca una excusa para los blanquiazules, que tienen la oportunidad de dar otro paso al frente hacia la nueva meta de clasificarse para la Primera RFEF, la categoría equivalente a la actual Segunda B desde el curso que viene.

En la primera fase de la competición el equipo asturiano logró más puntos como visitante (13) que como local (12) pese a que, curiosamente, solo cedió una derrota en el Nuevo Ganzábal. Fue el pasado 31 de enero ante el gran dominador del subgrupo 1B, el Burgos, que remontó el tanto inicial de Ketu para acabar imponiéndose 1-2. Su central Unai Elgezabal, titular en aquella victoria a domicilio, recuerda lo complicado que fue conseguir los tres puntos en el feudo azulgrana. “Nos costó muchísimo. El Langreo es un equipo muy bien trabajado y tiene buenos jugadores. Siempre se lo pone muy difícil a los rivales, tanto en casa como fuera”, asegura el zaguero vasco.

Además de encajar esa única derrota como local, el próximo rival del Dépor saldó con dos victorias y seis empates sus otros encuentros en el Nuevo Ganzábal, cuyo césped requiere, sobre todo, “saber adaptarse”. “El tema de las disputas es muy importante, coger esas segundas jugadas y tratar de imponerse en los duelos individuales. Nosotros supimos adaptarnos muy bien a lo que demandaba el campo”, recuerda Unai Elgezabal.

El terreno de juego azulgrana presenta unas dimensiones “bastante grandes, a pesar de que es peculiar por el césped artificial”. “No deja de ser un partido de fútbol, en un campo diferente, pero con unas dimensiones muy grandes, así que es fácil poder adaptarte”, resume el defensa del Burgos. Entre esas peculiaridades del Nuevo Ganzábal están el bote del balón y su manera de rodar: “Al principio, recién regado, rueda bien, pero una vez que se seca cuesta más”. Esas circunstancias le dan “un valor añadido” a las acciones de estrategia: “Puede marcar mucho la diferencia el hecho de trabajar bien el balón parado”.

A todos esos detalles prestará atención Rubén de la Barrera desde esta mañana (10.30 horas) en Abegondo, donde la plantilla del Dépor regresa al trabajo tras un día libre para enfocar hacia el encuentro de Langreo. A finales de octubre pasado, para preparar la primera salida de la temporada a un terreno de juego de hierba artificial, el de Unionistas, el equipo coruñés trasladó dos entrenamientos al campo de O Monte de San Tirso, también sintético, para tratar de familiarizarse con esa superficie. Esos ensayos sobre un terreno tan duro provocaron molestias en varios futbolistas, así que para la siguiente salida al campo artificial de Guijuelo todas las sesiones previas fueron sobre hierba natural. Ese es el plan inicial para esta semana, en principio con tres ensayos en Abegondo y uno, el de mañana, en Riazor a puerta cerrada.

Héctor, brazos en alto, celebra su gol en el Reina Sofía. | // RCD

Un triunfo y un empate sobre hierba sintética

El Deportivo afrontará el domingo en Langreo su tercer partido de la temporada sobre césped artificial. El balance coruñés en los precedentes de la actual campaña sobre hierba sintética es de una victoria, contra Unionistas en el Reina Sofía (0-1), y un empate sin goles en el Municipal Luis Ramos de Guijuelo. En el desplazamiento a Salamanca de la tercera jornada el equipo coruñés se llevó los tres puntos gracias al tempranero golazo de Héctor Hernández, que batió al meta Miguel Serna con un potentísimo lanzamiento desde muy lejos a la salida de un córner. Dos jornadas después, en la quinta, el Deportivo no se acabó de adaptar con éxito a las condiciones del césped sintético de Guijuelo, donde no fue capaz de marcar. Invicto e imbatido esta temporada sobre el hierba artificial, el equipo coruñés visitará el domingo otro campo singular por su superficie, el Nuevo Ganzábal de Langreo.