Veintiún partidos tardó el Deportivo en transformar en gol una acción de estrategia. Celso Borges, con su cabezazo que abrió el camino del triunfo ante el Numancia, anotó el primer tanto de la temporada gestado en la pizarra. En este caso fue un saque de esquina tocado en corto por Héctor a Keko y colgado por Lara para buscar la aparición por sorpresa del costarricense. Por fin el Dépor logró premio a una acción ensayada, ya que el golazo de Héctor Hernández en la tercera jornada en el campo de Unionistas, también a la salida de un córner, no cuenta al tratarse de un disparo aislado desde una posición muy lejana.
El acierto de Borges coincide, además, con su regreso al once inicial tras dos meses fuera de las alineaciones titulares. Su concurso desde el arranque del partido frente al Numancia fue la gran sorpresa en el plan de Rubén de la Barrera, que en esta ocasión optó por dejar en el banquillo a Uche Agbo. Borges no era titular desde la derrota en Ferrol desde pasado 20 de febrero. Una lesión muscular le hizo ser baja varias semanas y después le costó entrar en el equipo, hasta el punto de que en las cinco jornadas posteriores a la visita a A Malata solo tuvo minutos, nueve, en el duelo contra el Langreo.
El de ayer fue el primer gol de la temporada de Borges, que en su anterior etapa en el Deportivo siempre había aportado dianas en Primera gracias a sus cualidades de gran llegador. Tres firmó en la campaña 2014-15, otras tres en la 2015-16, seis en la 2016-17 y otras tres en la 2017-18, la del descenso a Segunda. Con el tanto de ayer suma 16 con la camiseta blanquiazul. La victoria ante el Numancia comenzó a gestarse en una jugada de estrategia, la del gol de Borges, y acabó de consumarse en otra acción no de pizarra pero sí a balón parado, el penalti transformado por Miku. Dos goles y tres puntos para acercar al Dépor a la Primera RFEF.
