El Deportivo cerró el pasado domingo con una contundente victoria ante el Langreo (5-0) su temporada más atípica de la historia en Riazor, escenario de doce encuentros condicionados en las gradas por las restricciones de aforo derivadas de los efectos del COVID-19. La pandemia impidió que el estadio coruñés se convirtiera cada quince días en una caldera, pero aun así el aliento de los aficionados se dejó notar y sirvió de impulso para los futbolistas blanquiazules, que cerraron su campaña en casa enlazando seis triunfos consecutivos, los últimos cinco con público.

5.000 seguidores, el récord de la temporada, disfrutaron el pasado fin de semana con la goleada ante el Langreo, que sirvió para que el Dépor sellara de manera matemática un billete para participar el curso que viene en la Primera RFEF, un mal menor para el equipo que partía en la mayoría de las quinielas como el principal favorito al ascenso a Segunda División.

En la jornada inaugural fueron 3.000 los que asistieron al debut del Deportivo, que superó con mucho sufrimiento al Salamanca gracias a un gol in extremis de Eneko Bóveda (2-1). Luego 150 presenciaron la trabajada victoria ante el Coruxo (1-0) antes de volver a ganar por idéntico resultado al Racing de Ferrol en el primer compromiso con las gradas vacías. Después llegaron los dos lunares en Riazor, ambos muy graves y de nefastas consecuencias. Primero, la derrota ante el Celta B (1-2) con un millar de aficionados en Riazor, todavía con Fernando Vázquez en el banquillo; y acto seguido una nueva humillación frente al Compos (0-2), con 500 en las gradas y ya con Rubén de la Barrera al frente del equipo.

Después llegó otro tropiezo del Dépor como local, el empate sin goles ante Unionistas con Riazor desierto, y a partir de ahí todo fueron victorias en casa, seis consecutivas. La primera, ante el Guijuelo, todavía sin público, y las otras cinco con seguidores en el estadio. 500 presenciaron los triunfos ante Pontevedra, Zamora y Marino, mil asistieron a la victoria ante el Numancia y 5.000 a la goleada frente al Langreo.