Rubén de la Barrera y Álex Huerta han circulado por caminos paralelos en los últimos meses, igual que sus equipos, Deportivo y Numancia, de la mano en el campo y en los despachos desde que el pasado verano cayeron al pozo de la Segunda B. El técnico coruñés llegó al banquillo de Riazor el 12 de enero y solo seis días después el soriano pasó de ser el segundo de Manix Mandiola a convertirse en el primer entrenador del club de su vida. Dos apuestas por la juventud en busca de la reacción. De la Barrera, 36 años; Huerta, 39. Ambos nacidos en la década de los 80, pero ya con méritos suficientes a sus espaldas como para dirigir a dos clubes históricos, aunque accedieron por vías muy diferentes. El coruñés, tras forjarse desde muy joven una trayectoria importante lejos de A Coruña; y el soriano, en cambio, subiendo escalones desde la base hasta el primer equipo durante los trece años que lleva en el club de su ciudad. “Podríamos decir que somos dos entrenadores precoces —reconoce Álex Huerta—. Quizá no es habitual, pero cada vez más en el fútbol se están dando entrenadores que ya desde muy jóvenes hemos estado teniendo experiencias a alto nivel. La edad ahora mismo no es sinónimo de más o menos preparación”.

No se conocían personalmente hasta el duelo que les enfrentó en Riazor hace tres semanas, pero Huerta sigue desde hace más de una década la trayectoria de De la Barrera. “La primera referencia que tengo de Rubén es de cuando estuvo en el Villaralbo con 25 años, muy joven. Es un entrenador al que he seguido y me gusta cómo juegan sus equipos y la personalidad de la que los dota. Más allá de que nosotros tenemos que centrarnos en ganar el partido del domingo, lo valoro mucho tanto a nivel profesional como por lo que ha hecho durante este tramo en el Dépor, al que llegó en una situación muy complicada. Ha sabido hacer un equipo netamente competitivo”, argumenta el soriano.

El paralelismo entre ambos se puede establecer en base a su juventud y al momento en el que llegaron a los banquillos de Riazor y Los Pajaritos, casi a la vez, pero no por los caminos que les llevaron a dirigir a Dépor y Numancia: “Aunque esta temporada son situaciones similares y sí que somos entrenadores jóvenes, las trayectorias son distintas porque yo vengo quizá de una mayor estabilidad y de ser un hombre de club, y Rubén, aunque es coruñés, lógicamente tiene muchas experiencias en otros equipos hasta que le ha llegado esta oportunidad en el Deportivo”.

A nivel de club, blanquiazules y rojillos sufrieron juntos un descenso desde Segunda marcado por los efectos del caso Fuenlabrada, que les llevó a iniciar una batalla legal, todavía en curso, para reparar ante la justicia el agravio sufrido por la ruptura del horario unificado fijado para la última jornada. “Es un equipo con el que hemos empatizado en todo, en lo institucional y en lo deportivo, de dónde venimos y dónde estamos. Si hay un equipo que esta temporada sea afín, yo creo que es el Dépor”, añade Huerta.

Álex Huerta, técnico del Numancia CDNumancia

Espera a “un Deportivo liberado” el domingo en Los Pajaritos

El Deportivo visitará Los Pajaritos el domingo (12.00 horas) con un billete para la Primera RFEF ya garantizado de forma matemática. A ese mismo objetivo aspira también el Numancia, que no depende de sí mismo para conseguirlo. Necesita ganar al Dépor y que el Racing de Ferrol no venza en Luanco. Álex Huerta resalta la importancia de enfocar solo hacia el partido de Soria y no desviar la mirada hacia Asturias. “Nos vamos a centrar en los 90 minutos de nuestro partido e intentar abstraernos mucho tanto de la repercusión de lo que pase como de lo que esté sucediendo en Luanco”, explica el técnico soriano, convencido de que el Dépor planteará un partido muy complicado pese a tener ya certificada una plaza en la Primera RFEF. “Creo que va a variar poco y que va a ser un Deportivo liberado. Esa liberación seguramente le hará jugar como pudimos ver contra el Langreo, con un ritmo alto y mucha soltura, con mucha verticalidad y muy agresivo en la presión. Eso no va a cambiar demasiado, independientemente de los jugadores que vengan. Nosotros también tenemos que hacer valer que somos un equipo que tiene un objetivo lógicamente superior al que pueda tener nuestro rival y eso tiene que hacerse valer y tiene que verse en el campo”, recalca Huerta. Sabe que al Numancia solo le vale el triunfo, pero eso no significa que sus futbolistas vayan a salir al campo a atacar de forma alocada desde el arranque. “Nos interesa sacar el partido adelante en los 95 minutos. No se va a ganar ni a perder en el tramo inicial. Tenemos que ser el equipo que estamos siendo en Los Pajaritos en el último tramo de competición. Estamos siendo sólidos y ganando, además con relativa solvencia. Yo quiero ver ese equipo”, reclama Álex Huerta, muy respetuoso hacia el Dépor: “Somos conscientes del potencial que tiene”.