Richard Barral ha sido uno de los principales señalados por la decepcionante temporada del Deportivo, culminada ayer en Soria con la clasificación una semana antes para la Primera RFEF. El futuro del actual director de fútbol del club es una incógnita todavía por resolver, pero él mismo esquivó ayer dar pistas.

Su continuidad está en el aire después de que la plantilla que confeccionó en verano no consiguiera alcanzar el objetivo del ascenso, pero Barral evitó poner una nota a su labor. “No me voy a poner ninguna nota”, afirmó. “Empiezo con un trabajo y tengo que ser fiel a lo que hago antes de que empiece esto. No podemos tomar decisiones a toro pasado. Los que ponéis notas, podéis cambiarla. Antes podéis decir una cosa y en función de los resultados otra. ¿Qué nota me voy a poner? Si me apruebo me vais a dar hasta en el carné de identidad, si me suspendo sería tonto”, justificó.

De igual manera que se negó a evaluar su trabajo al frente de la dirección deportiva, Barral no despejó la incertidumbre existente alrededor de su figura. “Mi futuro es lo de menos”, indicó sobre su participación en el proyecto de la temporada que viene. “A partir de ahora se tomarán las decisiones que se tengan que tomar, cada uno pensará en lo que tiene que hacer. Todos tenemos claro lo que va a pasar. Lo que tiene que pasar para el año es que hay que intentar hacer la mejor plantilla. Sea el director deportivo quien sea, hay que intentar devolver la ilusión a la afición”, reflexionó. “No puedo confirmar si voy a seguir o no”, insistió Barral.

En el horizonte aparece la reestructuración de la plantilla y el condicionante que pueden suponer determinados contratos. “Puede haber problemas con dos o tres jugadores. No más. Más cerca de dos que de tres”, destacó sobre algunas de las apuestas que efectuó en verano la dirección deportiva.