La futura Primera RFEF en la que participará el Deportivo la próxima temporada ya tiene vía libre después de que ayer se completaran los 40 equipos que la integrarán con los descensos pendientes de Segunda División. Falta por perfilar por completo un formato que la Federación ya adelantó al grueso de los clubes hace mes y medio y se convertirá en el tercer escalón del sistema de ligas español.

La reforma será profunda al pasar de los 102 equipos que compitieron este curso en Segunda División B a los 40 que buscarán la temporada que viene dar el salto al fútbol profesional. Estarán divididos en dos grupos de 20, a expensas todavía de que se decida el criterio de división geográfico. Podría ser norte-sur o este-oeste, pero debería quedar establecido en la reunión que la Federación celebrará este jueves con todos los clubes participantes.

Por cercanía, el Deportivo coincidiría con los equipos gallegos (Racing de Ferrol y Celta B) y los de Castilla y León (Unionistas, Cultural Leonesa, Zamora, y Valladolid Promesas). Con buena parte de ellos ya se cruzó en la temporada recién finalizada, pero al conjunto blanquiazul le queda por saber si se enfrentará también a los equipos vascos (Athletic B y Real Unión de Irún) y catalanes (Barcelona B, Cornellà, Nàstic de Tarragona, Llagostera y Sabadell). A ellos habría que sumar al Racing de Santander, Calahorra, SD Logroñés, UD Logroñés y Andorra en el caso de que el criterio de división geográfica sea norte-sur.

Eso, sin embargo, no será lo único que deberá definirse en la reunión de esta semana de la Federación. Los ingresos que recibirá cada club por los derechos de televisión son una incógnita, lo mismo que las ayudas para los desplazamientos. Sobre la mesa está también la norma definitiva sobre la configuración de las plantillas, determinante en el caso del Deportivo esta temporada. La RFEF propuso que al menos ocho de las fichas correspondan a jugadores sub 23, lo que obligará a una profunda reestructuración del conjunto blanquiazul a lo largo de este verano para adaptarse a la normativa.

También está pendiente articular el sistema de ascensos. Los campeones de cada grupo subirán, pero falta por saber cómo se disputarán las liguillas para decidir los otros dos conjuntos que accederán al fútbol profesional. Cinco de cada grupo descenderán.

Las dos plazas vacantes, para Sabadell y UD Logroñés

Sabadell y UD Logroñés completaron ayer con sus descensos desde Segunda División la lista de los 40 equipos que estrenarán la temporada que viene la Primera RFEF, la categoría que sustituirá a la Segunda B. Castellón y Albacete ya habían descendido antes y tan solo quedaban por adjudicar dos plazas. Sabadell, Alcorcón, Logroñés y Lugo arrancaron la jornada como los equipos que buscaban evitar una de esas dos plazas de descenso y seguir en el fútbol profesional, pero los resultados terminaron condenando a catalanes y riojanos. El Lugo se salvó al ganar en Madrid al Rayo Vallecano (0-1) con un gol de penalti de Manu Barreiro. La victoria resultó imprescindible a los lucenses, que, de no haberla conseguido, habrían caído a Primera RFEF al vencer el Sabadell en casa del Mirandés (0-2). La Primera Federación queda así a expensas de un formato que todavía no ha sido definido por completo, pero que contará con dos grupos de una veintena de equipos. Los campeones de cada uno ascenderán a Segunda. Las otras dos plazas se decidirán mediante un play off entre los clasificados del segundo al quinto. Además de los descensos de Sabadell y Logroñés, la última jornada de Segunda disputada anoche sirvió para definir los emparejamientos del play off de ascenso a Primera. El Leganés, tercero, se enfrentará al Rayo, sexto, en una de las semifinales. En la otra se medirán Almería y Girona, cuarto y quinto en la clasificación final.

Los problemas del Burgos

La futura Primera RFEF está a expensas del Burgos. Los jugadores han denunciado en los últimos días impagos por parte del club y su plaza recién conseguida en Segunda se podría ver comprometida si no hace frente a las deudas pendientes con la plantilla. La solución a sus problemas financieros podría pasar por un crédito que garantice los pagos a los futbolistas con el aval de los ingresos por derechos de televisión que obtendrá la temporada que viene en Segunda División.