El Deportivo repitió ayer una hazaña de la que precisamente este año se cumplía el 25 aniversario. Entonces el club empezaba a escribir sus páginas doradas y conquistaba la Copa de Campeones con una cantera incipiente después de construir un equipo conformado por una amplia representación de talentos coruñeses. La situación ahora es distinta, con la entidad sumida en una de sus etapas más delicadas, pero con una estructura de formación que le ha permitido replicar el título en el torneo que distingue al mejor equipo juvenil del país. El desafío para el club será ahora estar a la altura de los campeones y facilitarles el siguiente paso. Porque la victoria de ayer en Marbella no es casual, sino el fruto de años de trabajo.
El grupo dirigido por Óscar Gilsanz lo integra en su gran mayoría la primera generación formada en Abegondo. Buena parte de ellos nacieron en 2003, precisamente el año en el que se inaugura la ciudad deportiva de Abegondo, y han recorrido juntos todo el camino de su formación.
Cinco de los que ayer se proclamaron campeones en Marbella (Brais Suárez, Hugo Ríos, Dani Barcia, Noel López y Jairo) juegan juntos desde benjamines y no son pocos los que se fueron integrando posteriormente. Trilli, lateral derecho y una de las perlas más importantes de la cantera blanquiazul, llegó con once años procedente del Racing. David Mella aterrizó como alevín y se ha hecho un hueco en el juvenil de Gilsanz a pesar de que todavía está en edad cadete. Es tal su proyección que el club lo ha blindado recientemente hasta el 2024 en vista del interés despertado por sus cualidades en otros clubes.
Ese trabajo de formación de varios años se ha completado con la captación de la secretaría técnica. De fuera llegaron jugadores imprescindibles para Gilsanz esta temporada como Guille Bueno, habitual en el Fabril de Juan Carlos Valerón. El lateral izquierdo ha destacado por su nivel en esta fase final del torneo y su futuro apunta a un salto inmediato. Algo parecido ocurre con Brais Val, procedente del Valencia el pasado verano. También con presencia habitual en el filial, el centrocampista ha sido clave también para Gilsanz a lo largo de un curso accidentando culminado con el título de ayer en Marbella. Nombres como Brais Suárez, baluarte en la portería, o Nájera, goleador del equipo, completan la nómina de la hazaña.
