Cris Martínez (Astorga, 1993) es la única superviviente del equipo fundacional del Deportivo Abanca y también, junto a Alba Merino y Patri López, de las pocas que suman varias temporadas en un proyecto que este verano ha experimentado una profunda reconstrucción con la salida de Manu Sánchez y la llegada de Miguel Llorente al banquillo. Presente en el vestuario de manera ininterrumpida desde 2016, Cris afronta un nuevo comienzo con la meta del ascenso y volver a “disfrutar” sobre el campo tras un curso complicado.

¿Qué se siente cómo única superviviente de aquel Deportivo Abanca que echó a andar en el verano de 2016?

Pues muy ilusionada, porque todas las compañeras que han llegado se han integrado muy bien y veo muy buen equipo. Poco a poco vamos conociendo también al entrenador y lo que nos pide. Sobre todo estoy ilusionada después de la temporada tan triste que tuvimos el año pasado y con ganas de hacerlo muy bien.

¿Se lo imaginó cuando llegó hace cinco años?

No, no. Si yo cada año que pasaba decía: “Juego un año más y lo dejo” (ríe).

¿Por qué no pensaba que fuera a estar tantos años?

Bueno, yo venía de una ciudad pequeña y no me lo esperaba para nada. Vine a probar y hasta hoy. Dos chicas que venían de Ávila se acordaron de mí y después me llamó Manu (Sánchez) para que viniera a entrenar. Eso fue un martes y habían empezado un lunes los entrenamientos. Después me preguntaron si me quedaba y hasta ahora.

¿Cambia su papel este curso como la más veterana?

Las sensaciones son diferentes. Antes ya era una de las veteranas, pero ahora hay mucha gente nueva y muchas ya se conocían entre ellas. Fue como una sensación extraña. Parecíamos nosotras las nuevas (ríe), pero todo va muy bien porque estamos haciendo un buen grupo.

¿Se le hizo raro llegar a la pretemporada y ver solo a Alba Merino o Patri López del curso anterior?

Sí, por eso digo que es como sentirse la nueva en Abegondo. Pero fue una sensación solo de los primeros momentos, enseguida todas nos mostramos cercanas.

¿Qué le hizo decidirse por quedarse aquí?

Estoy muy gusto en la ciudad y también en el Deportivo. Fue un año tan malo que me pregunté a mí misma: “¿Qué hago? Me voy y me arriesgo a otro año malo o me quedo y buscamos un año bueno y volvemos a subir?”. Fue sobre todo eso, después de un año tan complicado tomé la decisión de quedarme y volver a disfrutar otra vez del fútbol.

¿Tan dura se hizo la temporada pasada?

Fue muy duro porque nunca tuvimos una racha en la que nos encontráramos mejor. Empezamos muy mal y siempre a remolque. Se hizo todo muy complicado y sobre todo muy largo. Nunca habíamos tenido rachas de derrotas así. Fue difícil procesarlas después de varios años buenos.

¿Cómo lo sobrellevaron?

Te apoyas en las compañeras, porque nosotras teníamos un grupo muy bueno. Eso nos hacía trabajar al máximo intentando disfrutar y con el objetivo cada semana de conseguir los tres puntos aunque estuviéramos en un momento duro.

¿Qué pesa más ahora, la ilusión por este proyecto nuevo o la incertidumbre de un nuevo comienzo?

Bueno, cuando salió lo de Manu fue un poco sorprendente, pero es una decisión del club. El Deportivo Abanca sigue adelante y vendrá gente y se irá como ha pasado hasta ahora. Hay ilusión.

¿Habrá continuidad con Miguel Llorente o ya nota cambios?

Quizá nos pide cosas diferentes, pero también había jugadoras distintas. Es posible que se jugara de una manera y ahora de otra. Lo iremos viendo con el paso de las semanas.

Él tiene una filosofía de juego muy marcada por su pasado en el Barcelona, ¿es como se lo había imaginado?

Sí, es como me esperaba, pero nos lo va pidiendo poco a poco para adaptarnos y que veamos lo que quiere de nosotras. Está claro que viene del Barça y es lo que te esperas.

¿Está cómoda con esa idea?

Yo la veo muy bien, creo que tenemos jugadoras para jugar a lo que pide. Quizá otros años éramos más atrevidas y verticales, ahora Miguel nos pide más pausa, que pensemos más cada acción, esperar los segundos que necesitemos para tomar la decisión correcta...

Tendrán que cargar con el papel de favoritas al ascenso...

Evidentemente lo somos, pero también hay otros equipos fuertes en nuestro grupo. Está el Espanyol, el Logroño... rivales que en su campo te pueden robar puntos.

¿Qué le parece el formato con tan pocos ascensos y muchos descensos?

Es muy complicado subir, lo tendrán que estudiar porque es un poco injusto. Al haber muchos equipos que te pueden robar puntos no creo tampoco que se decida como aquellas temporadas en Nacional en la que nos lo jugábamos todo con el Oviedo y si perdíamos ya nos veíamos fuera. Este año va a ser diferente y perderemos partidos, pero no creo que el equipo se descuelgue por eso.

¿El objetivo irrenunciable es el ascenso?

Para mí y para todo el equipo, para todas las chicas que han venido, el objetivo es el ascenso y vamos a por ello.

¿Se lo toman en cierta manera con un propósito de enmienda, de compensar por la temporada pasada?

Claro, sobre todo por volver a enganchar a la afición y estar en la categoría que creo que merecemos. Hay muchas ganas de ver gente en Abegondo, al menos como en la temporada pasada, porque se nota aunque sea poca.