A Guille Bueno (Vigo, 2002) le bastó únicamente una temporada para convertirse en una de las más firmes promesas de la cantera deportivista, de no ser porque el joven lateral izquierdo no se formó en Abegondo. Su escuela estuvo en el Areosa junto a su hermano gemelo Hugo, actualmente en las filas del Wolverhampton inglés, y de allí lo reclutó el Deportivo el verano pasado para reforzar al juvenil.

Enseguida llamó la atención de Juan Carlos Valerón y encontró un hueco habitual en el Fabril antes de proclamarse campeón de España de la mano de Óscar Gilsanz. Con contrato en vigor y un horizonte prometedor en el club, algo sin embargo se truncó en las últimas semanas. El jugador decidió a mediados de esta semana abandonar A Coruña y marcharse a Dortmund con una supuesta oferta del Borussia.

La suya es una historia enrevesada de intereses e intermediarios que ha abierto un conflicto inesperado en el que el Deportivo promete batalla para defender sus derechos y que tiene su origen hace meses con la aparición de un intermediario ajeno a la agencia de representación con la que aterrizó en el club blanquiazul.

No sería el último, porque más recientemente entra en escena otra agencia, la que en esencia pretende colocarlo en el Borussia por los contactos que posee en el potente conjunto alemán y a pesar de las sospechas de que realmente no existe un interés real en el jugador, tan solo el deseo de moverlo.

El Deportivo ya se encontraba entonces negociando la renovación del lateral izquierdo al igual que ha hecho con otras de las joyas del equipo juvenil campeón de España como Dani Barcia, Trilli o Yeremay. La dirección deportiva era optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo, pero esta semana todo se enredó todavía más.

El miércoles, el mismo día que el Fabril debía disputar un amistoso contra el Bergantiños, Guille Bueno toma un vuelo con destino a Dortmund para firmar al día siguiente.

Al Deportivo se le abre ahora un escenario incierto, pero su intención firme es hacer valer sus derechos. Retener la ficha federativa aparece como una posibilidad que podría limitar las opciones de Bueno de jugar de inmediato en el Borussia, pero también está en disposición de reclamar alrededor de 100.000 euros por unos derechos de formación que, según fuentes conocedoras del caso, los alemanes no están dispuestos a pagar.