Fichar por nivel, no por número. Una vez que Borja Jiménez ha colmado esa necesidad cuantitativa que tenía de jugadores de banda con la incorporación de Víctor García, su mirada ha cambiado y cree que el club solo debe acudir al mercado si las incorporaciones dan un salto cualitativo al equipo. A la espera de que Ángel Rodado deshoje la margarita entre el Dépor y el Ibiza y con el radar puesto en la búsqueda de un delantero, el técnico centra el foco para dar valor a lo que tiene en casa y a lo que supone convertirse en un fichaje de un equipo como el coruñés. No puede venir cualquiera. “Estoy encantado con los que tengo aquí”, avanza antes de profundizar en su visión de qué debe guiar a la secretaría técnica en los próximos días. “Si hay buenos jugadores y podemos, los traeremos. Y si no puede ser, no hay problema. Estamos buscando un jugador de unas características determinadas. Tenemos una plantilla amplia y jugadores del filial a un nivel espectacular. Que viene, perfecto. Que no, para adelante”, sentencia.

La delantera, ahora mismo con Miku y Quiles como integrantes y Noel como aporte desde el filial, es la que requiere todos los esfuerzos. Aun así, el técnico abulense quiso resaltar todo el arsenal con el que ya cuenta: “Me gustan Miku y su experiencia y esa facilidad que tuvo para marcar cuando muscularmente estuvo bien. O Quiles, que lleva años haciendo goles o Noel, que es internacional... Me hace ilusión disponer de los tres. Si hay alguien que pueda mejorarlos, que es difícil, estupendo. El mercado nos puede abrir posibilidades”, concluye.

Ya salió Adri Castro cedido al Arenteiro y se encuentran a las puertas del adiós Jorge Valín y Yago Gandoy, que como contó este periódico hace dos semanas está abierto a una salida. El mensaje de Borja es casi idéntico para ambos e incluso genérico para cualquier futbolista. “Yago conoce su situación. Debe valorarla, es su futuro. Si quiere salir, saldrá y si no quiere, no”, apunta del pivote, mientras aclara las circunstancias del lateral con una reflexión más amplia incluida. “Con su lesión no he podido verlo. Lo recomendable para los jóvenes es que evolucionen, que jueguen. Hoy les puede parecer un paso atrás y luego son dos gigantes hacia adelante, se han dado casos. Es el futuro de cada uno. Es lo que le recomiendo a cualquiera: que esté en un sitio donde pueda participar, porque si semana a semana ve que no puede, se genera frustración, te crees peor de lo que eres e involucionas”, razona el técnico.

Aparece el Celta B en el horizonte y Borja quiere comenzar ganando “porque siempre se construye mejor desde la victoria”, pero aprovechó para mirar a largo plazo para soltar píldoras de calado. La primera al entorno, para que huya de extremismos, para que genere cierta estabilidad alrededor del grupo. Habrá momentos buenos y malos, la clave es saber encajarlos. “No hay que ponerse la capa de Superman cuando ganemos tres partidos seguidos ni tirarnos por un puente cuando perdamos dos. Hay que relativizar lo que ocurra, Ojalá todos arrimemos el hombro, sumemos y en mayo hablemos de otras cosas”, aseguró en referencia a un hipotético ascenso.

En ese sentido, considera que el primer paso debe llegar mañana cuando el Dépor vuelva a un Riazor que empezará a parecer a lo que era antes de la pandemia: “Debutamos ante nuestra gente. Lo importante es tener a 14.000 o los que nos permitan. Los vamos a necesitar y el domingo es la primera piedra de toque para que la gente entienda que van a ser determinantes en casa, que vamos necesitar su aliento cuando peor estemos. Va a ser un año positivo en el que queremos que disfruten cada siete días y que en mayo o junio hayamos logrado el objetivo”.