Hace una semana el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acordaban subir el aforo máximo para los estadios de fútbol, para espectáculos deportivos al aire libre, al 60% para el mes de septiembre. Este entendimiento quedaba a expensas de la ratificación de la propia Xunta, que podía rebajarlo y matizarlo, según considerase o según el estado de la pandemia en algunos de sus territorios, ya que es la que tiene las competencias al respecto, y el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo acaba de confirmar en la rueda posterior al Comité Clínico que los estadios de Galicia se ceñirán a ese máximo pactado con Madrid. La medida afecta a los campos del fútbol profesional y a los de Primera, Segunda y Tercera Federación, que arranca este fin de semana con el Fabril como uno de los contendientes. Con este nuevo panorama, Riazor pasará de los en torno a 14.000 que pudo acoger ante el Celta B a los poco más de 20.000 que podrían estar en la grada el próximo fin de semana ante el Badajoz. Habrá que esperar diez días para que llegue ese salto cualitativo, ya que este domingo disputa su duelo a domicilio ante el Calahorra. Queda por resolver si el club, a pesar de la complicación logística que supone por las medidas de seguridad inherentes a la pandemia, abrirá también la venta para el público en general, ya que el aforo máximo supera por primera vez al número de abonos

El paso de ese 40 al 60% se daba por seguro hace una semana, pero la Xunta, aprovechando que ninguno de los equipos del fútbol profesional ni de la Primera Federación jugaban en casa, quiso darse unos días extra para analizar la situación y ratificar la medida. Ahora ya ha llegado esa adopción, pero el pasado fin de semana A Lomba en Vilagarcía o Pasarón en Pontevedra aún estuvieron a menos de la mitad de su capacidad. En el entorno de A Coruña se podrá aprovechar también de esta variación el Bergantiños, que debuta en su estadio ante el Ceares en la segunda jornada de la Segunda Federación el domingo a las 19.00 horas.