La palabra que más sale de la boca de María Ruiz (Almáchar, 2001) es disfrutar. A eso ha venido al Dépor. Y, de entrada, ya maravilló a Abegondo el pasado domingo con un gol de falta a la escuadra que fue el inicio de la remontada ante el Barça B.

Había rondado ese tanto en varios partidos de pretemporada. ¿Qué sintió al poder lograrlo?

Fue el debut soñado y encima fue un gol bonito, que ya tocaba meter. Había estado muy cerquita en verano y, por fin, entró. Llegó, además, en un partido en el que se necesitaba remontar. Me gusta tirarlas y en cada entrenamiento me quedo para lanzar alguna, porque eso es también parte del trabajo.

¿Cualidad innata o mucho entrenamiento desde siempre?

Cuando me entrenaba con mi padre, ya desde pequeñita, poníamos el balón en la frontal y a buscar las escuadras. Lo intentaba y trabajando... Se me da bien.

Deja su ciudad, su equipo por un conjunto de la misma categoría. ¿Qué le atrajo del Dépor?

Me llegó la oferta y me hablaron muy bien excompañeras y amigas que han estado aquí. Me dijeron que el club apuesta mucho por el equipo femenino, que está pendiente de nosotras en todo momento y no lo dudé ni un segundo. Dejar donde he crecido y he estado siete años es difícil porque se quedan allí familias, compañeras y amistades, pero al final hay que crecer. Estoy contenta de estar aquí porque hemos formado una familia unida.

Athenea, Tere Abelleira, Misa y María han jugado estas semanas Champions. ¿Le animó ver que el Dépor es un buen sitio para crecer?

Yo no pienso en eso. Son jugadoras con un nivel altísimo. Yo he venido al Dépor a disfrutar, a conocer una filosofía nueva, compañeras y ambientes diferentes. Quiero crecer futbolísticamente. Hay que probarse y tomar decisiones.

Repite mucho la palabra disfrutar. ¿Es la que le guía?

Claro. Yo quiero disfrutar de los partidos, de los entrenamientos, de todo. Como una niña pequeña. Quiero jugar como sé, como si estuviese en el barrio y hacer lo que me pide el míster. Tengo que dar el máximo de mí y, a partir de ahí, sé que se darán los resultados.

María Ruiz

¿Le sorprendió lo vivido en Abegondo en la primera jornada?

No me imaginaba tanto ambiente, a pesar de que el aforo no fuese completo. Es una afición que se está muchísimo con nosotras, que anima un montón y ese calor se siente. Estoy muy contenta de que la ciudad se vuelque.

¿Le impact la salida de Manu Sánchez y cómo se produjo?

Fue una situación rara, nadie lo sabía, pero es una cuestión del club. Estamos contentas con Miguel (Llorente). Es un entrenador muy trabajador y vamos a muerte con él.

Tener la pelota, ser protagonistas... Pocas jugadoras hay a las que no les guste esa idea, ¿no?

Es que cuando tienes el balón es bueno porque el rival tiene pocas opciones de hacerte gol. La filosofía de Miguel me gusta y todas en el equipo estamos volcadas.

Tiene 20 años, es la primera vez que sale de su casa. Supone un cambio. ¿Cómo se ha adaptado?

La acogida y el ambiente han sido sensacionales. Es un equipo en el que la mayoría somos de fuera, en el que ha habido muchos fichajes. En poco tiempo hemos hecho una unión muy bonita, humilde y trabajadora. Es como una familia.

¿Y a la ciudad?

Cuando dije que me venía, todos me decían que llevase ropa de invierno porque iba a pasar frío. Acostumbrada al sol, a temperaturas altas, es lo que más me ha costado, pero me gusta mucho la ciudad.

Todo con el fin del ascenso...

En el Dépor subir es importante, pero vamos a ir partido a partido, persiguiendo los puntos y, a partir de ahí, seguro que se da. Esta liga es difícil y no se sabe quién te puede hacer daño. Hay que tener los pies en el suelo, trabajar en silencio.