Con su sonrisa, talento y esa capacidad de vértigo para quemar etapas, Noel López (Silleda, 2003) ha encandilado al deportivismo, que no quiere que se escape la que considera la joya de la corona de la generación campeona de Marbella. Todos sus compañeros de camada, salvo Guille Bueno, han estampado la firma en sus contratos de renovación y la secretaría técnica, con el mercado ya cerrado, convierte su mejora y prolongación en una de las prioridades de este otoño. Así, todas las partes desean que acabe siguiendo el camino que ya recorrieron en los últimos meses Trilli, Yeremay Hernández, Dani Barcia, Jairo Noriega o David Mella. La negociación se encuentra aún en una fase inicial por un jugador con vinculación hasta 2023, aunque con estatus de juvenil, unos parámetros que se han quedado obsoletos, dada su progresión.

“Yo lo que pienso es en jugar y nada más, pero todo va bien y encaminado. No puedo decir cuándo (firmaré), pero después de tantos años es lo que uno desea. Ya se verá si se tiene que dar”. Noel ponía calma y predisposición ante la inquietud. Verbaliza que quiere seguir en A Coruña y las partes ya negocian después de un verano en el que tanto la secretaría técnica del Deportivo como su agencia de representación han estado a otros menesteres. No era urgente, sí es necesario ahora establecer un nuevo marco entre las partes.

Uno de los detalles que añade dificultad al trato es que Noel ha demostrado en los últimos meses que no tiene techo y el nuevo papel que una al delantero y al Dépor debe ser flexible, tener la suficiente profundidad y variables para que no se quede desfasado en meses. Es la complejidad que requiere la irrupción de un joven de 18 años que lleva un gol con el Dépor y que ni ha debutado en el Fabril, el equipo al que estaba predestinado, pero que a lo mejor ni pisa en toda la temporada.

Las partes aún no han cerrado la duración de la vinculación. Es probable que el Dépor le ofrezca algo parecido a lo que han firmado el resto de juveniles que han renovado. Todos, sin excepción, han sellado su continuidad hasta el 30 de junio de 2024. De hecho, ningún futbolista de la primera plantilla ni de los puntales de la cantera tiene una vinculación con mayor duración. La nueva secretaría técnica tiene claro que no quiere encontrarse encadenado a un papel por mucho tiempo con ningún futbolista, tal y como ha ocurrido en los últimos tiempos.

Otro canterano, en agenda

Uno de los signos de un posible cambio de tiempo es que otra de las negociaciones pendientes afecta a otro jugador que pasó por el Fabril. Se trata de Diego Villares (Samarugo, 1996), con contrato hasta el 30 de junio de 2022 después de que renovase un año cuando lo subieron al primer equipo en enero de 2021. Entre finales de junio y principios de agosto, se produjeron los primeros contactos y el planteamiento del Dépor era ofrecerle tres años más de contrato. Las posturas estaban en ese momento muy alejadas y se pospusieron las conversaciones. El vilalbés da prioridad al Dépor y su importancia en el equipo no ha dejado de crecer, ya que, a pesar de los fichajes, ha empezado la liga como titular. Es otra de las tareas de un otoño que ni ha comenzado.

Mackay, Trilli y Noel, junto a Touriñán en Abegondo. | // RCD

Homenaje a tres caminos diferentes para llegar desde Abegondo a Riazor

Unos apenas son mayores de edad, a otro le ha llegado la oportunidad en la parte final de su carrera. Mackay, Trilli y Noel se acercaron a Abegondo para incorporar sus fotos al mural que reconoce a los canteranos debutantes con el primer equipo y que luce en la antesala del campo uno. Antes y después de colocar sus instantáneas en una composición de reconocimiento y de motivación para los que vienen, fueron homenajeados por la base que se encontraba en la Ciudad Deportiva. Para Mackay es la culminación de un sueño y para Trilli y Noel también, pero desde otro prisma. Los jóvenes aprovecharon para posar con Xosé A. Touriñán en la constatación mediática del éxito que ha supuesto la campaña lanzada por el actor de Castelo. El eslogan Un dos Meus ya luce en sus elásticas. Noel está listo para lucirla en Calahorra, no ocurre lo mismo con Trilli, que estará de baja un mes. “Fue un infortunio ir con selección y lesionarme. Quiero volver cuanto antes”, apunta. Paciencia, en cambio, es la que debió tener Mackay para estrenarse. “El fútbol da vueltas, pasaban los años y no dábamos cogido el mismo camino. Se dio con 35 años. Cuando eres joven es todo bonito, pero hay que tener los pies en el suelo porque no siempre se da la oportunidad en el equipo te gusta”, razona.