Adrián Lapeña es, junto a Trigueros y Jaime Sánchez, uno de los centrales que el Dépor contrató del mercado de Segunda y el riojano, en apenas tres partidos, se ha erigido en el líder de una defensa blanquiazul muy cambiante. "Empezar mejor es muy difícil", reconoce. Satisfecho con el rendimiento y los puntos que ha obtenido el equipo, está deseando regresar a Riazor para reanudar el idilio con la afición en casa inaugurado por este proyecto ante el Celta B. "Hay que agradecer todo lo que hacen por nosotros. El éxito es gracias a ellos. Vas a Calahorra, Tudela y siempre hay gente, te sientes arropado y eso ayuda. Les necesitamos y les vamos a necesitar. Hay que engancharles con victorias y buen juego", asevera.

Tres triunfos y buen juego que han lanzado al Dépor en la clasificación y en su favoritismo. Aun así, Lapeña, conocedor de la categoría, apuesta por la cautela. "Los momentos malos van a venir, hay que llevar todo con naturalidad. No hay que subirse por las nubes ni creer que por estos resultados va a ser todo un camino de rosas", constata.

"La plantilla es amplia y de calidad", avisa. Unas cualidades que han permitido una mejoría en defensa respecto al verano y un inicio sin goles, a pesar del intercambio de piezas en el eje de la zaga. "La clave es la generosidad al atacar y defender d todo el equipo. Juegue quien juegue lo hace de manera fantástica y eso o se nota. El míster cambia de jugadores y de posiciones y hay que adaptarse". Incluso dentro de los partidos: "Llevamos un plan de partido, trabajamos diferentes situaciones. Borja, desde fuera y con las pulsaciones más bajas, es el que intenta reubicarnos. Sabemos que hay campos más difíciles, a los que hay que adaptarse y lo estamos haciendo".