¿Con cuánto tiempo de antelación supo en Calahorra que tenía que jugar por la lesión de Jaime?

Dos minutos (se ríe). La verdad es que ya son varios partidos en los que salgo casi sin calentar, son cosas que pasan, pero todos tenemos que estar preparados. Llevamos años y años dedicándonos a esta profesión y hay que ser serios. Me puse a calentar solo, ahí, un momento, pero cuando entras en el partido, ya se te olvida todo. Estoy muy contento por haber jugado.

Tres partidos con portería a cero y dos paradones de Mackay. ¿Con Ian ahí atrás se vive mejor?

Es un porterazo, yo ya lo conocía de haberme enfrentado a él en Segunda. En Tudela hace un paradón buenísimo, que son tres puntos. Es una maravilla tener a grandes jugadores alrededor.

Él le ayuda por detrás y Álex por delante, a su lado, casi en cualquier sitio. ¿Cómo ve su labor, su figura en el Dépor?

Es un capitán y conoce al club a la perfección. Tácticamente es un diez, nos ayuda un montón tanto a los centrales como a los pivotes en la colocación del equipo, en la salida, en todo. Él ha vivido aquí de todo en el Deportivo y tenemos esa experiencia que nos ayuda.

“Álex es un 10 tácticamente, nos ayuda en la salida y en la colocación”

Otra mano se la echa la grada. ¿Qué pensó cuando vio a toda esa gente en Calahorra o en Tudela después de cruzar media España?

Y no fueron pocos (resopla), eran bastantes. Ahí te preguntas cómo puede ser que se desplacen hasta aquí. Sorprende mucho la afición en Riazor, pero sobre todo en las salidas. El Deportivo tiene mucha repercusión en el día a día de A Coruña. La gente es maravillosa y se ve cuando estamos fuera y sientes a toda esa cantidad de gente que va. Es impresionante, es de agradecer. Esa fuerza nos tiene que empujar durante el año.

La primera toma de contacto con Riazor fue ese 5-0 con el Celta B y ahora el aforo va en aumento. ¿Es un caramelo del que apetece más?

Tenemos muchas ganas de estar de nuevo con nuestra gente en casa, de seguir pasito a pasito, a este nivel. El equipo está muy bien y hay que pelear para que no decaiga. Creo que se puede mejorar todavía en muchas cosas.

Hace un año estuvo a punto de fichar por el Dépor y ahora se ha quitado la espina. ¿Cómo se siente?

Comodísimo en el equipo y en la ciudad. Soy de ciudad y me encanta y en los últimos años no había estado en una tan grande. Vivo al lado de la playa, que es un plus. Me siento asentado. El Dépor es un club impresionante. Yo quería venir, pero tampoco estaba la situación como requería. Decidí quedarme en Segunda el año pasado, pero ahora estoy feliz de venir aquí. Ojalá nos pasen cosas buenas y consigamos el objetivo, pero poco a poco.

¿Le frenó una posible suspensión de las competiciones no profesionales por el COVID?

Claro. No había fiabilidad de que se jugase, ya el año anterior había pasado. Son temporadas atípicas y esta vez ya me decidí.

“Que no decaiga el equipo, creo que aún se puede mejorar en muchas cosas”

¿Cómo justifica ante alguien de fuera ese supuesto paso atrás?

Es que el Deportivo es un club que no merece estar donde está a día de hoy. Queremos devolverlo a donde merece. Debería estar en Primera División, pero al menos que regrese a Segunda. Ahora se encuentra en Primera Federación por circunstancias. En realidad, no importa la categoría en la que juegues, sino lo a gusto que estés. Aquí venimos todos con la idea de subir.

¿Qué ha cambiado para que el equipo mostrase dudas en defensa en verano y ahora lleve tres partidos sin encajar?

La pretemporada es pretemporada y sirve para cargar piernas. Quizás no era el momento de juzgar. Llevamos tres jornadas y estamos bien, el equipo está seguro y de cara a puerta encontramos el gol, que es muy importante. Habrá momentos no tan buenos y habrá que pasarlos.

¿Están preparados para cuando vengan mal dadas?

Hay que gestionar las emociones. No por ganar tres partidos vamos a ser los mejores de la categoría y por perder no vamos a ser el equipo que somos hasta ahora. Hay un grupo excelente. Las derrotas hay que saberlas llevar y encajar y aprender de los errores, y eso te llevará de nuevo a las victorias. Se ganará más veces de las que pierda, pero hay que estar preparados.

“No importa la categoría en la que juegues, sino lo a gusto que estés”

El técnico quiere llevar al equipo arriba, adelantar líneas. ¿Pone a prueba a los centrales a su espalda?

Cuanto más alto esté el equipo y más presión hagas al rival, más se complica. Nos exige a los centrales y a todos. Hay que adaptarse.

Ya coincidió con Borja Jiménez en el Rápido de Bouzas. ¿Es el mismo o lo notó cambiado?

La situación es diferente. Allí estaba en un equipo que peleaba por no bajar y aquí luchamos por estar arriba. Es normal que él y los jugadores no tengan nada de que ver. Aún así, sigue igual que siempre. Es cercano. Trabaja mucho al rival, algo que es de agradecer. Nos dice cómo tenemos que plantear cada partido, cada semana, y eso es importante en Primera Federación. Estoy muy contento de estar de vuelta con él, tiene muchas cualidades.

En Calahorra hizo varios cambios tácticos durante el mismo partido. ¿Cómo convive con eso?

Bien. Yo creo que este Dépor es un equipo que puede cambiar de sistema a la perfección, tiene jugadores para ello. Tras hacerlos, estuvimos más cómodos y el equipo se encontró muy bien en líneas generales. Hay un nivel muy alto en todos, también implicación.

Rafa de Vicente percibía calidad a su alrededor. ¿Da tiempo tan pronto? ¿Está en la misma línea?

Lo apoyo (a Rafa). Hay jugadores, hay calidad, hay de todo. La mayoría cuenta con experiencia en Primera o en Segunda División. Tenemos un gran grupo.