Celso Borges ya no es jugador del Deportivo. Tras ser el único jugador de la primera plantilla incluido, junto al ya desvinculado hace semanas Uche Agbo, en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el club coruñés le comunicó el despido a última hora de la mañana después de que fuese uno más en la sesión de trabajo en Abegondo. Tras meses de negociaciones y contactos entre las partes, se llegó a la medida más drástica y finaliza así su segunda etapa futbolística en A Coruña, a la que llegó con un contrato pseudovitalicio para subir al Dépor al fútbol profesional y luego quedarse para iniciar su carrera como técnico, pero de la que se marcha al ser una de las caras visibles de los desmanes económicos del pasado ejercicio.

El hecho de que cierren mercados de fichajes en el día de hoy, como México o Costa Rica, y que el futbolista no quisiese quedarse sin equipo hasta el mes de enero precipitó el desenlace. Había recibido el interés de conjuntos de su país como el Saprissa y Alajuelense y, finalmente, este último es el que anunció horas más tarde su contratación junto a la de Gabriel Torres. El regreso a su tierra, donde es una institución, le ofrece minutos y rodaje de cara a la cita mundialista de 2022, uno de sus grandes objetivos en la parte final de su carrera.

La situación de Borges había entrado en un impás durante el parón de selecciones de septiembre y con el mercado de pases aún en movimiento en algunos países, pero a su vuelta a Abegondo, el pivote se integró en la dinámica del grupo de Borja, a pesar de que haberse quedado sin dorsal por indicación de los servicios jurídicos de la entidad. Finalmente, se resuelve la situación laboral entre ambas partes.

Minutos más tarde de que el costarricense supiese de boca del Dépor la resolución de su contrato, el club coruñés hizo oficial su adiós aludiendo a que “no continuará perteneciendo al RC Deportivo al haberse alcanzado un acuerdo sobre los términos de su resolución contractual”, según apuntó en una nota hecha en su página web. El propio Dépor quiso agradecerle “su profesionalidad, trato y aportaciones al equipo y al club en todo este tiempo, deseándole los mayores éxitos profesionales y personales en sus futuros proyectos”. Destacó, además, los “17 goles y 10 asistencias” aportados por Borges al Dépor en sus “133 partidos” que supusieron “algo más de 10.000 minutos” como blanquiazul.

Uno de los jugadores del primer equipo que no tardó en reaccionar a su salida fue Héctor Hernández, muy cercano al tico. “Gracias por tanto y más, sobran las palabras mi querido Celso Borges. Lo mejor está por llegarte, te mereces lo mejor, hermano. Te voy a extrañar muchísimo”, escribía en una storie de Instagram publicada en su cuenta sobre una foto de ambos abrazándose en el vestuario de Abegondo.

El adiós del tico culmina un verano cargado de trabajo en esta faceta. Se han marchado, mediante rupturas de contrato y sin traspaso, Carlos Abad, Nacho González, Claudio Beauvue, Eneko Bóveda, Salva Ruiz, Fede Cartabia, Keko, Diego Rolan, Borja Galán y Uche Agbo. Un equipo entero en el que la mayoría de futbolistas no contaban deportivamente para la secretaría técnica y otro puñado no se los podía permitir el club, dada la situación económica que atraviesa. El ERE fue el mecanismo que aceleró muchas salidas y que acabó llevándose por delante también a Borges.