Reservarlo y exponerlo, medir su salto y lanzarlo al césped para que se supere, Borja calibra los pasos a dar con Noel para gestionar su irrupción en Riazor, una apuesta que le aleja definitivamente de la base. Ni Fabril ni Youth League. Es, a todos los efectos, jugador del primer equipo del Dépor, según el planteamiento que ha hecho el técnico en el día del cierre de mercado y para estos primeros meses de competición. Su nivel y el hecho de que sea la única alternativa a Quiles y Miku hacen que todos los esfuerzos se deban enfocar a prestar sus servicios a los mayores, no a las divisiones inferiores. “El club y yo apostamos por que fuese jugador de la primera plantilla. Si no fuese así, hubiéramos traído a otro delantero, muchos querían venir. Si le preguntamos a él seguro que quería estar en Polonia, mañana (por hoy) con nosotros y el domingo con el Fabril. No hay debate. El riesgo de una lesión no debemos correrlo. Ese es mi pensamiento, aunque puede llegar el club y decir otra cosa. Eso sí, si el fin de semana no tuviésemos entonces delantero, nos tiraríamos de los pelos. Si de aquí a noviembre solo ha jugado 45 minutos, pues hay que plantear otras cosas. Le viene bien estar con nosotros”, refuerza.

Esa apuesta por el ariete de la cantera no significa que vaya a ser titular de inmediato ni que vaya a tener un papel central en partidos venideros. Quiere dosificar su salto. “Todo lo que no gestionemos bien le hará dar pasos para atrás. Para él no es positivo asumir ya el nueve, aunque vaya a serlo muchos años de este equipo. Es un chico que en febrero no estaba en el disparadero y ha ido todo muy deprisa. El que más apuesta por él soy yo. Nos puede dar, pero en determinados momentos o partidos, cuando el equipo esté bien y tenga espacio para correr. Vamos a ralentizar todo lo que le pasa porque son niños. Es jugador emergente y la gente debe ilusionarse, pero hay que ir con cuidado”, concluye.

La delantera anda justa de efectivos por decisión propia y en el lateral derecho siguen los cambios, aunque el técnico les resta importancia. “Usamos diferentes opciones y hemos ganado tres partidos y hemos perdimos uno. No creo que tenga tanta influencia. Benito es un jugador con buen pie, tenemos paciencia con él. Lleva 100 o 200 partidos en Segunda, no lo voy a descubrir yo. También podemos utilizar a Villares, Víctor, Lapeña...”, razona un técnico que aún realizará una sesión más hoy en el estadio de Riazor.

Borja asegura que esta semana estuvieron trabajando para “darle solución” a partidos con las dificultades que presentan “los bloques bajos”, tal y como ocurrió ante Unionistas, una derrota que ha relativizado tras verla en vídeo. “No hicimos ningún demérito diferente a ellos. La segunda parte tuvimos dominio, aunque estuvimos escasos en profundidad. Las sensaciones no son tan malas como podíamos pensar. Tampoco me preocupa, ojalá podamos dominar tanto en otros partidos fuera. Ganar o perder no puede cambiar nuestra forma de trabajar porque entonces se puede complicar. Hay que ser lineal para que el jugador detecte que no pasa nada por ganar o perder. Tenemos ganas de volver a sentir Riazor”, apunta de un estadio que por un día no podrá estar con su aforo al 100%. “Es una faena. Estoy deseando ver Riazor lleno”, asegura el preparador blanquiazul.