De golpe y porrazo las dudas han llegado al Deportivo, que esta tarde (17.00 horas) se presenta en Irún después de dos tropiezos consecutivos. Quizá fueron inmerecidos, pero colocan por primera vez al conjunto que dirige Borja Jiménez en una situación menos cómoda. Ganar al Real Unión actuaría como bálsamo en medio del bache de resultados que plantilla y técnico niegan y al mismo tiempo acallaría el ruido artificial e interesado generado en los últimos días alrededor del equipo.

La memoria es corta en el fútbol y las decepciones recientes han ensombrecido el convincente arranque de temporada del Deportivo. La derrota frente a Unionistas y el torpe empate a última hora contra la SD Logroñés en Riazor han hecho olvidar incluso que el conjunto blanquiazul se comportó de manera meritoria ante ambos rivales la mayor parte del encuentro. Eso tampoco debería llevar a obviar que el manejo de los partidos por parte de Borja Jiménez pudo ser más eficaz.

La gestión de los minutos por parte del técnico está en entredicho, pero lo más probables es que esta tarde en el Stadium Gal apueste por el bloque sobre el que se ha apoyado en este tramo inicial de la temporada. El entrenador deportivista se ha mostrado poco amigo de las revoluciones y ya tiene suficiente con arreglar el problema del lateral derecho.

A Irún viaja sin ningún jugador específico para el costado diestro. Trilli no se ha recuperado y Alberto Benito cayó en el entrenamiento de ayer, por lo que Víctor García se perfila de nuevo como el lateral derecho.

La gran incógnita del partido reside en ver cómo responde el equipo a sus recientes traspiés y si han afectado a su confianza. Por primera vez esta temporada, el Deportivo tendrá la presión añadida de espantar ciertas dudas. Su rival, sin embargo, tiene muchas más.

El Real Unión, que ganó sus dos primeros compromisos, acumula ya cuatro derrotas seguidas y estará obligado esta tarde a conseguir un buen resultado. Es probable que de antemano el Real Unión busque discutir la pelota a los blanquiazules como hizo la SD Logroñés. En ese sentido, vascos y riojanos son conjuntos con un estilo parecido.

El Deportivo tendrá que buscar también recuperar parte de la efectividad que se esfumó la jornada pasada. Ante la SD Logroñés, los blanquiazules desperdiciaron numerosas oportunidades para sentenciar antes del descuento. La gestión de los últimos minutos también fue defectuosa la semana pasada y Borja Jiménez se ha propuesto mejorarla a través de la pelota. Esa debe ser la seña de identidad de un Deportivo que esta tarde buscará despejar dudas.