Las tres últimas jornadas han supuesto un importante castigo para el Deportivo, golpeado por unos resultados que no se han correspondido con el juego desplegado por el equipo. Los tropiezos consecutivos ante Unionistas, SD Logroñés y Real Unión le han hecho perder su posición de privilegio en la clasificación después de firmar un arranque de temporada inmaculado con cuatro victorias. El conjunto blanquiazul destacaba entonces por su eficacia rematadora y su solidez defensiva, pero esos dos rasgos de su juego los tiene ahora extraviados. Los números castigan a un Deportivo que por sus actuaciones es igual o más convincente que en ese inicio de ensueño, lastrado ahora por unos errores individuales que se han reproducido de manera alarmante.

El equipo blanquiazul ha pasado en un parpadeo de ser el mejor de la categoría a uno de los peores. Del pleno de puntos en las cuatro primeras jornadas, a sumar tan solo uno en las tres últimas; de no encajar, a recibir en todos sus partidos; y de liderar los registros goleadores, a pasar apuros para marcar. El cambio de tendencia se ha trasladado a la clasificación y el Deportivo se empareja ahora con un grupo amplio de equipos con la misma puntuación, entre ellos la UD San Sebastián de los Reyes, a la que recibirá el sábado en Abegondo.

La dinámica de los dos es completamente opuesta. Mientras que los madrileños han sumado seis puntos, los deportivistas tan solo uno. El conjunto de Borja Jiménez se encuentra a la cola en una hipotética clasificación de estas tres últimas jornadas junto a Valladolid B y Tudelano (1 punto) y DUX Madrid y Zamora (0).

El Deportivo busca consuelo en sus actuaciones a pesar de los reveses en los marcadores. Contra Unionistas, SD Logroñés y Real Unión dejó buenas sensaciones pese a los resultados, aunque perjudicado por unos errores individuales que se han repetido de forma peligrosa. En Irún volvió a salir penalizado por un fallo en el inicio de la jugada y un contragolpe rival que fue incapaz de cortar.

Esos fallos han costado goles, cinco en total en las últimas tres jornadas después de no encajar ninguno en las cuatro primeras. Ian Mackay se ha acostumbrado a recoger la pelota de las redes y poco ha podido hacer para ayudar al equipo en muchas de esas acciones que han desembocado en tantos rivales.

Los problemas no solo han llegado a la defensa, sino que el ataque también atraviesa ahora un momento de dudas. De diez goles en las primeras cuatro jornadas del campeonato —cinco de ellos en el partido inaugural contra el Celta B en Riazor—, el Deportivo ha pasado a marcar tan solo tres ante Unionistas, SD Logroñés y Real Unión.

El equipo también ha mostrado dependencia hacia los delanteros, que acaparan la responsabilidad anotadora. La falta de acierto que afecta al conjunto blanquiazul se manifestó con toda su crudeza en la visita del sábado a Irún, en la que los remates se sucedieron uno tras otro sin que se pudiera darle la vuelta al marcador final.

Borja Jiménez, pendiente una semana más de las bajas en el lateral derecho

La plantilla deportivista regresará esta mañana a los entrenamientos para comenzar a preparar el partido contra la UD Sanse del sábado en Riazor (19.00 horas). El entrenador blanquiazul, Borja Jiménez, volverá a empezar la semana pendiente de los problemas que arrastra el equipo en el lateral derecho. Trilli y Alberto Benito se cayeron de la convocatoria frente al Real Unión a última hora y de nuevo tuvo que ser Víctor García el que ocupó esa posición en la defensa. Borja Jiménez deberá esperar a su evolución durante estos días para saber si puede contar con alguno para recibir a la UD Sanse. En el caso del canterano, estaba previsto que reapareciese en Irún después de algo más de un mes de baja, pero sus molestias musculares no terminaron de desaparecer. Borja Jiménez explicó la semana pasada que el juvenil no se sentía “cómodo” en su regreso a los entrenamientos con el resto del grupo. Alberto Benito no entró en la convocatoria por unos problemas en el último entrenamiento antes de viajar a Irún. El defensa continúa así con su accidentada temporada, marcada por las lesiones que padeció durante el verano y después por la falta de protagonismo en los planes de Borja Jiménez.