Nueve jornadas disputadas, seis de ellas con la portería a cero lleva Ian Mackay. Una estadística sobresaliente la del coruñés, que habla bien no solo de su fiabilidad bajo palos sino también de la solidez del Deportivo en las tareas de contención. En las últimas dos jornadas, frente a Sanse en Riazor y contra el Racing en El Sardinero, el meta blanquiazul ha logrado reenganchar en su arco el candado que exhibió en los cuatro primeros encuentros del campeonato. Ni Celta B (5-0), ni Tudelano (0-1), ni Calahorra (0-3), ni Badajoz (1-0) fueron capaces de batirlo en ese arranque liguero triunfal para el Deportivo. Luego llegó el bache de resultados con tres rivales que sí perforaron su portería: dos veces Unionistas (2-1), una la SD Logroñés (1-1) y otras dos el Real Unión (2-1). El equipo rompió esa racha de tres jornadas sin vencer en Riazor ante el Sanse, de nuevo sin recibir gol (1-0), y el pasado fin de semana Mackay tampoco encajó en Santander (0-0) frente a un rival directo, el Racing, que hasta la visita del Dépor había ganado todos sus compromisos como local.

En El Sardinero pocas paradas tuvo que hacer el exfabrilista. En la primera parte respondió con seguridad a una falta directa lanzada por Álvaro Bustos y tras el descanso también neutralizó sendos disparos de Fausto Tienza y Camus. Los cántabros le crearon muy poco peligro al Dépor, lo mismo que el equipo coruñés en la portería de Parera. Solo tuvo una ocasión clara William de Camargo, que a la media hora desperdició un mano a mano de los que no se pueden perdonar. Por primera vez en la temporada el conjunto blanquiazul se quedó sin marcar. Hasta entonces era el único equipo siempre fiel a su cita con el gol no solo de la Primera RFEF, sino de los 82 que compiten en los tres primeros escalones del fútbol nacional. Ya no es infalible de cara a puerta y en las últimas semanas ha bajado su productividad en ataque. Celebró nueve dianas en las tres primeras jornadas, pero desde entonces solo materializó cinco en los siguientes seis encuentros.

Los números de los delanteros son más que notables —cuatro goles Miku, otros cuatro Quiles y tres Noel— pero el equipo empieza a echar de menos la aportación anotadora de futbolistas que puedan llegar desde segunda línea. Menudo y Doncel se sumaron a la goleada frente al filial celeste en la jornada inaugural y una semana después Lapeña firmó el único tanto en la visita a Tudela. Era el 5 de septiembre y desde entonces solo anotaron los delanteros.

El sábado, frente al Zamora en Riazor (17.00 horas), el Dépor intentará hacer bueno el punto sumado en Santander con una victoria que lo afiance en la zona noble de la tabla y que puede que le permita auparse al liderato, ahora a dos puntos de distancia, siempre y cuando el equipo coruñés sea capaz de ganar y los colíderes Unionistas y Rayo Majadahonda pinchen. De los cinco goles que ha recibido Mackay hasta ahora, solo uno fue en Riazor, el que le marcó Ledo de cabeza en el apurado empate de la SD Logroñés sobre la bocina, justo antes del pitido final. Los números avalan la gran temporada que está haciendo el guardameta coruñés, que rechazó ofertas de superior categoría para cumplir su sueño de jugar en el equipo de su vida.

Noel y Barcia compiten hoy con la sub 19

El central Dani Barcia y el delantero Noel afrontan esta tarde (16.00 horas) en la localidad alicantina de Alfaz del Pi el primero de los dos amistosos contra Israel programados por la selección española sub 19. El segundo, frente al mismo rival, será el jueves a las 11.00 horas. El defensa deportivista fue titular con el Fabril el pasado domingo en Abegondo contra el Sofán, mientras que el delantero jugó los últimos siete minutos del duelo de Santander con el primer equipo. Noel, plenamente integrado en la dinámica de la plantilla que dirige Borja Jiménez, solo podrá completar un entrenamiento, el del viernes en Riazor, antes de recibir el sábado al Zamora. El entrenador abulense citó de nuevo a su plantel esta mañana en Abegondo (10.30 horas) para retomar el trabajo tras disfrutar ayer de una jornada de descanso en el día después del encuentro de El Sardinero.