El Dépor Abanca, a pesar de tener claro que la prioridad absoluta es el regreso a la élite, mira de otra forma a la Copa de la Reina desde la dolorosa derrota de hace dos años ante el Barcelona en la última jugada de la prórroga con un cabezazo de Hamraoui. El equipo coruñés había inaugurado un idilio con el torneo tras aquel 7-2 al Valencia en Riazor y ese mazazo lo cortó en seco, pero no apagó la llama. Quedó en el ambiente la sensación de que esta competición le debe una a las blanquiazules y, por eso, no renuncian a nada en esta edición en la que parten como equipo de Reto Iberdrola.

Ya no estarán Sullastres, inmensa aquel día en Barcelona, ni gran parte de aquella generación histórica. Aún así, el equipo de Miguel Llorente aspira a hacer valer esta tarde (18.30 horas) el factor cancha ante el Granada CF, equipo del grupo sur del segundo escalón nacional. Será un choque en Abegondo, que se estrena en la Copa, a partido único, en el que el ganador se medirá en la próxima ronda a un conjunto de la Primera Iberdrola. Es el segundo escollo tras avasallar en la eliminatoria previa al Pozuelo (1-9).

Miguel Llorente, con una plantilla corta, no reserva nada en una semana cargada tras el duelo del pasado fin de semana ante el Athletic B y antes del de la venidero a domicilio frente a otro filial, el del Atlético. Alba Merino, Jone Ibáñez y Aroa Guerra son baja por lesión para este encuentro y el técnico tampoco tira en exceso del filial, ya que Tati es la única representante de la base deportivista en la lista de convocadas. El sueño del Deportivo Abanca en la Copa de la Reina coge vuelo.