Héctor Hernández (Valladolid, 1991) es Litri para sus compañeros en el Deportivo y el encargado de escoger la música en el vestuario y en los desplazamientos —“la pongo de todos los estilos y nadie se está quejando, así que todos contentos”, desvela—, pero por encima de todo es la opción preferida de Borja Jiménez para el lateral izquierdo esta temporada.

¿De dónde le viene lo de Litri?

Es un mote de mis amigos de Valladolid, de hace muchísimos años. Hay gente que no sabe ni mi nombre. Fue una broma entre amigos que se quedó y no me molesta. Hay mucha gente que me llama Litri, derivados de Litri, de todo... En el vestuario tengo mil motes, me encanta y lo asumo porque yo soy el primero que mete caña al resto.

Tiene fama de bromista en el vestuario...

Soy una persona muy alegre y estoy casi todo el día de broma. Miku me tiene que aguantar porque llevo un año y medio con él de compañero de habitación. Es alguien de mi círculo, otro de los veteranos y una de las personas con las que más feeling tengo del vestuario. No voy a engañar a nadie y es verdad que soy de los que más hace el payaso en el vestuario, pero tengo muchos compañeros que me siguen.

Para usted la temporada ha empezado de la mejor manera...

Estoy contando con la confianza del entrenador y se está reflejando en minutos y titularidades. Yo estoy contento, a gusto y me encuentro con confianza. Espero devolvérsela en el campo.

¿Tenía estas expectativas para esta temporada?

Cuando recibí la llamada del Deportivo me hizo mucha ilusión y sabía que no lo podía desaprovechar. Estaba en una categoría superior, pero era imposible decir que no. El año pasado no salió como queríamos, pero en este hemos empezado bien. Desde el primer día dije que el objetivo era lograr el ascenso y me mantengo en esas. Me encuentro muy involucrado en el club, en el equipo y me siento muy querido. Puedo decir que estoy muy gusto y con ganas de que termine el año para celebrar ese ansiado ascenso.

Este verano recibió otra llamada, en este caso para adaptarse a la nueva realidad económica del club, ¿cómo la recibió?

Dijeron que iba a haber un ERE y que la gente que tenía salarios más altos debía ponerse de acuerdo con el club. Recibí esa llamada y estuve en conversaciones. Creo que las dos partes salimos ganando. Hay que valorar donde uno se siente cómodo y donde uno está feliz. Mi felicidad ahora mismo se encuentra en el Deportivo.

¿Qué le da el Dépor?

He encontrado un sitio en el que me siento muy valorado y muy querido. Tanto el año pasado como éste he conocido compañeros que se han convertido en amigos. Algunos ya no están, como Borges, Borja Galán, Keko, Mujaid, Yago [Gandoy]... Estoy a gusto, muy feliz y quiero conseguir ese ascenso que es el objetivo claro con el que vine aquí.

Le costó encontrar estabilidad en su carrera y aquí parece que la tiene más cerca...

Para un jugador de fútbol es difícil de encontrar, creo que yo aquí la he encontrado, tanto en el equipo como en la ciudad. Estoy plenamente identificado aquí y mi día a día es fantástico. Ojalá pudiera continuar con esto.

¿Los que quedan del año pasado tienen como una de deuda pendiente?

Quedamos una columna vertebral del año pasado, pocos pero importantes. Esa gente, sumada al capitán Bergantiños, formamos un poco la base del equipo y somos los que marcamos un poco el camino. El año pasado sí que fue un poco decepción, nadie nos lo esperábamos, pero es pasado. Estamos centrados en éste.

¿Se siente un veterano dentro del vestuario?

Un poco por edad, por carrera y por jerarquía sí me siento uno de los veteranos e intento ayudar a los jóvenes y a los no tan jóvenes con mi experiencia. Me siento uno de ellos, pero me cambiaría por un chaval de 20 años, no voy a engañar a nadie.

El año pasado fue de los que mencionó el problema de la presión, ¿la asimilan este año de otra manera?

Estamos en un club muy grande y todo el mundo exige resultados positivos. Es normal, somos un equipo que debe pelear por el ascenso directo, y cuando vienen resultados en contra como los de la temporada pasada se aprieta más. Este año ha cambiado que no hay esas derrotas. Llevamos dos en once partidos y el bagaje es positivo. Ojalá siga así hasta el final.

Sin embargo sí que hubo un pequeño bache de resultados y no hubo ese elemento de crítica...

Porque las derrotas fueron un poco injustas, por decirlo así. En Irún perdimos 2-1 y pudimos quedar 2-7. Esa derrota nos dolió, pero nos reforzó. Es lógico que en ese caso la crítica no haya sido como la del año pasado.

¿Qué ha cambiado en el Deportivo esta temporada?

Muchas cosas, empezando por la plantilla y acabando por el cuerpo técnico y la directiva. Las bases han cambiado por completo. El equipo es completamente nuevo, el cuerpo técnico es joven, con muchas ganas y hambre, y eso se está reflejando cada fin de semana.

Sin embargo parece que lleven años juntos...

Hemos hecho un grupo muy unido en el que hay competencia, pero sana. Prima más la victoria que quién juegue. Eso es muy difícil de conseguir en un equipo y cuando lo tienes hay que intentar mantenerlo de todas las maneras.

¿Cuánto ha influido Borja Jiménez en eso?

Hay muchas caras nuevas y ellos también tenían que adaptarse a la ciudad y al Deportivo. Los que ya estábamos hemos ayudado un poco y al final parece que nos conocemos de hace años.

¿Es más gratificante ser lateral en este equipo?

Yo personalmente me encuentro muy cómodo en este sistema y con el juego del entrenador. Soy muy ofensivo y el míster nos pide que seamos partícipes en el juego, que seamos ofensivos... Eso a mi forma de entender el juego me viene muy bien. Estoy encantado.

¿Había dado tantas asistencias alguna vez en su carrera?

Siempre me he considerado un lateral ofensivo, pero sí que es verdad que este año estoy ayudando en ese sentido. Si sirve para ganar partidos, encantado.

A pesar de ese carácter ofensivo que Borja les pide a los laterales, en defensa no se resienten...

Es verdad. No sé cuántas porterías a cero llevamos, pero son unas cuantas. Al final eso es la base del éxito de un equipo. Si mantienes la portería a cero, alguna a favor vas a tener y seguramente con la dinamita que tenemos arriba alguna vamos a convertir, se está viendo.

¿Están seguros de que el partido contra el Extremadura se jugará?

Estamos convencidos de que vamos a jugar. Salir de esa idea sería un error por nuestra parte. Me pongo en la piel de los jugadores del Extremadura y ojalá lo solucionen cuanto antes porque estar en una situación así no es bueno a nivel psicológico o para jugar. Les deseo que lo arreglen cuanto antes y puedan venir a Riazor y disfrutar de nuestro estadio.