fútbol - Deportivo

Victoria por incomparecencia en Riazor

El Extremadura no se presentó y el Deportivo sumará tres puntos para seguir líder

Marcos Otero

Marcos Otero

A Coruña

El Deportivo debía jugar a mediodía contra el Extremadura en el estadio de Riazor, pero lo que hizo fue entrenarse. Más que a un día de partido, la jornada se pareció a una de esas sesiones a puerta cerrada que Borja Jiménez suele programar para huir de miradas indiscretas entre semana. No hubo aficionados en la gradas ni tampoco rival, porque como estaba previsto el Extremadura no se presentó. La incomparecencia estaba anunciada por parte de la plantilla y el cuerpo técnico del club de Almendralejo, hartos de meses de impagos y promesas incumplidas que han desembocado en una huelga que pone en peligro incluso su continuidad en la competición. El Deportivo se anotará una victoria por 3-0 que deberá confirmar en los próximos días el Comité de Competición y al Extremadura se le restarán tres puntos en la clasificación. Se aplicará así lo que recoge el reglamento para los casos de incomparecencia.

La decisión federativa será el desenlace de lo que ocurrió en Riazor, que no se salió demasiado de lo que estaba previsto desde que el viernes los capitanes del Extremadura anunciaran que la plantilla se acogería a su derecho a la huelga y no viajaría a A Coruña para enfrentarse al Deportivo. A pesar de que el club blanquiazul tenía asumido que su rival no se presentaría en Riazor, y por eso ni siquiera abrió el estadio a sus aficionados, sus jugadores sí debían hacer acto de presencia. A partir de las diez de la mañana fueron llegando en sus vehículos particulares los 24 que había convocado Borja Jiménez para un partido fantasma.

También estaba el equipo arbitral, el encargado de constatar en el acta la incomparecencia del Extremadura. El colegiado, el canario Lucena Perdomo, indicó que nadie perteneciente al club de Almendralejo se presentó en las instalaciones de Riazor después de otorgar un margen de 30 minutos desde la hora fijada para el partido y lo dio por suspendido.

El Deportivo recibirá así tres puntos que lo dejan al mando de la clasificación una semana más antes de visitar el domingo a uno de sus inmediatos perseguidores. Los blanquiazules son líderes en solitario, pero lo acechan el Rayo Majadahonda, el Racing de Santander y la UD Logroñés, que se impuso al Badajoz.

En cuanto el Comité de Competición confirme la victoria deportivista, el equipo de Borja ampliará la ventaja sobre la sexta posición, que marca la frontera con el play off. La distancia con Unionistas, sexto en la tabla, se marchará hasta los cinco puntos y dejará al Deportivo instalado en un puesto de referencia que ha afianzado en las últimas semanas.

La victoria que se le adjudicará por la incomparecencia del Extremadura convertirá al conjunto blanquiazul en el mejor de toda la Primera RFEF con 26 puntos. Adelantará así al Villarreal B, líder del Grupo 2, instalado ahora en una importante crisis de resultados. El Deportivo enlazará tres victorias consecutivas y afrontará la visita al Rayo Majadahonda con la posibilidad de igualar las cuatro con las que abrió el campeonato.

Lo ocurrido en Riazor, sin embargo, inaugura un importante problema en la categoría por el futuro del Extremadura. El club de Almendralejo todavía no ha conseguido solucionar los problemas financieros que han llevado a sus jugadores a la huelga y podría ser excluido de la competición. En el caso de que no se presenten al partido de esta semana contra el Calahorra, sumarían una nueva incomparecencia y la expulsión. De materializarse ese extremo, todos los rivales hasta el final de la primera vuelta del equipo que dirige el coruñés Manuel Mosquera sumarían los tres puntos.

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El entrenador del Deportivo, Borja Jiménez, se solidarizó por la mañana con la plantilla, el cuerpo técnico y los empleados del Extremadura después de que se confirmara la incomparecencia del conjunto de Almendralejo al partido previsto en Riazor. La victoria será para los coruñeses, que se mantienen como líderes en solitario debido a una circunstancia especial e incómoda, según apuntó su técnico. “Es una sensación extraña. Lo único que puedo hacer desde aquí es solidarizarme con la situación que están viviendo ellos. Hemos intentado respetar al máximo y dignificar la competición lo máximo posible. Hemos estado aquí como un día más, pero no hemos podido jugar”, razonó Borja después de que se hiciera oficial que el Extremadura no se presentaría en Riazor. El Deportivo sí acudió a la cita porque no había constancia oficial de que el conjunto rival no acudiría. “No soy nadie para decir lo que podíamos haber hecho, en este caso la Federación. Son normas de competición y nosotros teníamos que acudir”, justificó Borja Jiménez. La incomparecencia del Extremadura es el capítulo final a una semana en la que el conjunto de Almendralejo terminó convocando una huelga debido a los meses de impagos que encadenan. “No sé qué deciros y me siento aquí sin saber qué contaros. Hemos intentado toda la semana que fuera lo más normal posible y empatizando lo máximo posible con unos compañeros de profesión”, resumió Borja. El entrenador aprovechó la presencia de los jugadores en Riazor para realizar un entrenamiento de cara a la visita el domingo al Rayo Majadahonda, otro de los equipos de la parte alta de la clasificación. “Hay que ir a casa del segundo clasificado otra vez. Estamos visitando muchas veces al segundo. Son duelos más cercanos en cuanto a clasificación, pero la sensación es que queda muchísima liga. Hasta ahora el equipo con el número de puntos es muy bueno, tenemos muchos a estas alturas de año”, apuntó el técnico deportivista.

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