Villares y Riazor viven un idilio desde su irrupción en el primer equipo hace menos de un año. Llegó en un momento crítico y normalizó el salto de futbolistas de la casa en una época de desafección. Ese simbolismo lo combina con su respuesta futbolística y con una continuidad a prueba de competidores, ya sean Celso Borges o Rafa de Vicente. El club coruñés tiene claro desde hace meses que ese lugar central del pivote de Samarugo en el nuevo Dépor debe tener el refrendo de nuevo contrato, que se extienda más allá de 2022, fecha en la que finaliza el papel válido en la actualidad.

“Son sólo unos últimos flecos, que nadie se preocupe que acabará llegando”, dijo ayer el propio Diego Villares en la SER. El desenlace está cercano, pero ninguna de las dos partes se atreve aún a ponerle fecha exacta. En una o dos semanas. Se trabaja a día de hoy sobre un nuevo contrato que le uniría al Deportivo hasta el 30 de junio de 2024, tal y como apuntó LA OPINIÓN el pasado mes de agosto, aunque es uno de los aspectos que sigue abierto. Aún quedan por limar algunos detalles de las negociaciones, pero el acuerdo no peligra y el que apunta a ser el capitán del futuro del Dépor seguirá ligado a A Coruña más años.

A pesar del sondeo el pasado verano de clubes de Segunda y de conjunto centroeuropeos, Diego Villares siempre ha querido quedarse y el Dépor que se afiance en Riazor. En el pivote pesa el cariño que le ha demostrado Riazor, la importancia de jugar en un club como el coruñés, lo que le ha costado llegar al equipo senior y el peso que siempre ha tenido el Dépor en su entorno al haberse criado en Vilalba, la casa de verano del conjunto blanquiazul desde los años 80. Hace unas semanas hubo ciertas tiranteces, pero “ya está todo en calma”, tal y como apuntó hace días el propio Villares.

Para el Deportivo es central esta renovación no solo por las prestaciones deportivas del exfabrilista. En el club se le considera un ejemplo para todos los futbolistas que vienen desde abajo en Abegondo por la paciencia, por el esfuerzo y por no desesperar ante la tardanza de las oportunidades con los mayores, a pesar de su edad. Diego Villares seguirá unido al Deportivo.

Apura también las negociaciones para atar a Noel

El otro punto de interés en las tareas de la secretaría técnica antes de que se abra el mercado de invierno es la renovación de Noel. Tras haber apenas contactos en verano y en las primeras semanas del otoño, se han intensificado en los últimos tiempos, el diálogo es fluido y se ha avanzado, pero no hasta el punto de que se pueda dar por segura la renovación. Hay un par de aspectos en los que ambas partes no terminan de llegar a un punto de entendimiento y todavía queda por avanzar en ese aspecto. Este mes que resta hasta final de año será clave para que se defina la situación en el Dépor de Noel, que cuenta con contrato hasta 2023, pero con ficha juvenil, la misma que le permitió volar sin dificultades a Guille Bueno a Dortmund.