Racing de Ferrol00Deportivo

El Racing de Ferrol fue, por momentos, kryptonita para el Dépor esta tarde en A Malata. El equipo verde fue capaz de desactivar, de llevar a una incomodidad extrema al hasta hora mejor equipo de la categoría. El grupo de Borja Jiménez luchó sin descanso ante un partido velcro y le puso intención, paciencia... Todo lo relacionado con la voluntad. Le faltó, en cambio, finura y hechuras futbolísticas para llevar el choque a donde le convenía, una de sus especialidades en el primer tercio de competición. Cruza A Marola con una igualada, pero el desastre pudo ser mayor, ya que el Racing falló un penalti en el que todo fue confusión. Hay despeje de Álex en el área que el colegiado ve con lupa y señala los once metros. Y es igual de minucioso para anular el tanto de Nathan de cabeza en el rechace de la pena máxima fallada. Vida extra para un Deportivo que aún estuvo unos minutos temblando. Ahora le queda guardar en un paño ese punto y analizar con detenimiento este derbi y recabar muchas enseñanzas de cara al futuro.

A la afición del Dépor la intentaron pseudodesterrar de A Malata, pero no se quiso perder la cita. Entre los 900 que entraron y los que esperaron a la puerta, el equipo volvió a sentirse arropado. No le sobró esta vez al grupo de Borja Jiménez, que vivió un duelo a contrapelo desde los instantes iniciales. Primero la pelota fue suya, pero al cuarto de hora ya la había perdido totalmente. Ese era el primer truco de Cristóbal: quitarle a los coruñeses su bien más preciado.

Racing-Deportivo Arcay | Roller Agencia

Ayudó al plan de los verdes su doble ocasión en torno a ese minuto quince. Casi ni conocían las inmediaciones de los dominios de Mackay, pero en una indecisión de la cobertura blanquiazul, se plantó de repente Dani Nieto ante el meta de O Ventorrillo. Cuando solo parecía faltar que bajase la guillotina, se enrocó en cruzar la pelota y dio aire al guardameta en su defensa desesperada. Mano milagrosa. Tras el saque de esquina, otra buena parada. El partido había cambiado. Esos dos sustos viraron el viento.

Vivió desde entonces el Dépor una fase en la que se sintió profundamente incómodo. Su contrincante no tuvo ocasiones claras hasta el final de ese periodo, pero no hacía lo quería, no maniataba el duelo. Pocas veces se ha sentido tan a disgusto esta temporada, aunque fuese a domicilio. Aún así, enseñó las garras en alguna galopada de Víctor, en las genialidades de siempre de William y, sobre todo, en un balón largo que Miku casi convierte en un tesoro. Parecía estar en fuera de juego, pero no lo señalaron, se llenó de balón y quedó en nada. Fue el aviso de un cambio de tendencia que a punto estuvo de rubricar Quiles con una delicatessen técnica en línea de fondo. William no elevó el tanto marcador.

Y cuando ya se oteaba el descanso y el Dépor empezaba a sentir por fin cierta holgura, llegó el otro gran susto del Racing. De nuevo Dani Nieto se volvió indetectable entre el lateral derecho, los centrales y los pivotes deportivistas y su disparo olió a gol. Mackay vio volar la pelota fuera sin haberse quitado aún el sobresalto de dentro. Solo le faltó persignarse. Llegaba el descanso, el Dépor tenía ante sí un partido revirado.

4

Llegada del Dépor a A Malata para el duelo ante el Racing de Ferrol Arcay | Roller Agencia

El Racing quiso subir líneas nada más regresar de vestuarios. Su primera patada a seguir fue una declaración de intenciones. El partido parecía más suelto, aunque en realidad el peligro llegaba sobre todo por la tensión en torno al duelo, que por las ocasiones en sí. El conjunto local cedió en gran parte de este periodo la iniciativa al Dépor, al que le siguió costando despegarse de esa sensación que le persiguió todo el encuentro. Estaba más tranquilo, crear ocasiones claras ya era otra cuestión.

Al equipo local sí que le caía alguna de vez en cuando. David Rodríguez remató fuera un centro de Miguel Loureiro. Para entonces Borja había dado entrada a Yeremay, al que ubicó en la izquierda para centrar a Quiles. Noel también tuvo su momento al salir por Miku. El equipo coruñés aumentó de esta manera su caudal ofensivo, sobre todo por la banda izquierda, pero le fue imposible crear oportunidades claras. Mientras, el equipo ferrolano se hundía a la espera de un zarpazo que parecía lejos de llegar. Solo disfrutó de un remate de Lapeña tras un saque de esquina. El Dépor se reveló, de nuevo, inofensivo a balón parado. Otra tarde más.

En los últimos minutos el equipo de Cristóbal tomó el relevo en la iniciativa, en el ansia por llevarse el derbi. Una llegada de Nathan que taponó Jaime y un penalti de Álex Bergantiños señalado por el colegiado. Dani Nieto la mandó al palo y el brasileño remachó a la red en el rechace. El tanto fue anulado. La única hipótesis posible era que el brasileño entrase antes de tiempo en el área en el momento de producirse el lanzamiento, aunque Cristóbal reveló tras el pitido final que el trencilla lo había invalidado por falta. Imposible que esa supuesta carga tuviese el rango de infracción. El Racing aún tuvo tiempo de apretar algo más con un Dépor nervioso por todo lo que sucedió en torno a esa pena máxima. De la que se había librado.