Poco que rescatar de un partido para olvidar del Deportivo, posiblemente el peor de la temporada, únicamente el debut liguero de Yeremay y, por supuesto, el cero en la portería blanquiazul. Otro más, y ya van diez en quince jornadas. Ian Mackay tuvo que intervenir poco en Ferrol, pero de nuevo con paradas decisivas. Sobre todo en la primera parte, para rechazar sendos disparos de Nieto y Pumar. El coruñés se afianza como el portero menos batido del fútbol español y sus intervenciones siguen sumando puntos para el Dépor, ayer uno en Ferrol.

El equipo coruñés volvió a conceder muy poco al rival, aunque en ataque ofreció una versión muy plana y gris, lejos de parecerse al equipo dominador que con frecuencia es capaz de someter a sus rivales de Primera RFEF. Ayer no encontró vías por las que sorprender al Racing de Ferrol, mucho mejor plantado y con las ideas más claras tanto para atacar como para defender. Lo más positivo para los blanquiazules fue el resultado, que peligró sobre todo tras el penalti señalado por Pozueta Rodríguez. Falló Nieto desde los once metros y el rechace lo aprovechó Nathan para anotar de cabeza, en falta según el árbitro, que anuló el tanto local evitando que el conjunto blanquiazul encajara por cuarto partido consecutivo.

El Rayo Majadahonda, gracias al autogol de Jaime, y el Athletic B, que aprovechó un resbalón de Lapeña para anotar en Riazor por mediación de Artola, habían perforado la meta de Mackay. También lo hizo esta semana el UCAM Murcia, con el debut de Pablo Brea bajo palos para la Copa. Ayer, en el reencuentro con la Primera RFEF, Mackay logró devolver el candado a su portería para ampliar el número de ceros en su cuenta particular. Diez en quince jornadas, con solo siete tantos en contra. Números que hablan muy bien de la solidez defensiva de todo el equipo.